Leónidas: ¿Te cojo?
Apolo: ¿Cómo dices que dijiste?
Leónidas: Que me pica el ojo.
Apolo: Ah...
Leónidas: Te excito, lo sé.
Apolo: ¿Perdón?
Leónidas: ¿Tecito o cafecito?
Apolo: Café.
Leónidas: ¿Te doy?
Apolo:…
Apolo: ¿Perdón?
Leónidas: Que ya me voy.
Apolo: Oh, está bien. Que te vaya bien.
Leónidas: ¡Nah! Mejor si te doy —toma a Apolo de la cintura y luego lo carga sobre su hombro mientras lo lleva a una habitación—.
Apolo: ¡¿Eh…?!