El azul del mar en tus ojos.

Capitulo dos.

❛❛𝐔𝐧 𝐩𝐞ó𝐧 𝐦á𝐬❞.

Estaba frente a la oficina de mi padrino, se oían voces pero no distinguía del todo bien qué era lo que decían, estaba preguntándome qué tan buena idea era aquello, ¿acaso ayudaría en estos momentos? ¿qué pasaría conmigo? ¿se lo contarían a los chicos?, mi corazón se aceleraba de nuevo, no tendría respuesta a aquello al menos que hablara, además, tal vez la culpa pesaría menos ¿no?

Con un poco de duda toque la puerta y de inmediato se escuchó un pase desde adentro, abrí la puerta y eso hice, en la habitación solo estaba Dumbledore y mi padrino, ambos con una gran expresión de preocupación, una vez dentro cerré la puerta.

— ¿Qué pasa Aquila? — Preguntó mi padrino.

— Ahm... Me... Quisiera hablar con usted, Dumbledore. — Dije mirándolo algo nerviosa, él me regresó la mirada solo que la suya estaba tranquila.

— ¿De que quiere hablar conmigo Señorita Lestrange? — Su voz estaba relajada.

— Es sobre el torneo, hay algo que debo contarle. — Clavé mi mirada al suelo, no tenía cara para decirlo, no me sentía orgullosa de aquello, solo me hacía saber que era una cobarde, pude hacer algo cuando debía pero el miedo me consumió — Hice trampa para entrar... Fue Crouch Jr quien me ayudó... pero hice algo terrible. — La mirada de Dumbledore no cambió, seguía siendo relajada, parecía que lo que estaba por contarle ya lo sabía y mi tío parecía preocupado. Después de guardar silencio por algunos minutos les conté todo lo que había pasado, como Crounch me había utilizado y yo acepté solo por un poco de gloria, detalle lo que había pasado en el cementerio. — Señor, de verdad lo siento demasiado, se que debí hablar antes pero el miedo me consumía, se que aceptarlo fue una estupidez... — Estaba a nada de colapsar.

— Ah, señorita, no me sorprende, pero déjeme decirle que aunque su decisión hubiera sido distinta Barty habría conseguido su objetivo tarde o temprano, es un hombre inteligente... Y lo que pasó en el cementerio, estoy seguro de que fue hechizada por él para no poder atacar a Voldemort, pues si hubiera intentado intervenir y obtener éxito usted no estaría aquí. — esas últimas palabras hicieron que un gran escalofrío recorriera mi cuerpo. — Pero es muy noble que a pesar del tiempo pasado lo haya confesado. Ahora si me disculpa, a partir de esto tengo algo que dialogar con su tío, pero le pido que no se vaya, espere afuera. — Mire a Regulus, su preocupación era aún mayor, pero no dijo nada solo afirmo con la cabeza, entonces salí y me senté en el pasillo a esperar, no sé si había hecho bien y aquello de la nobleza... para mi no era más que cobardía, tal vez lo mejor que me pudo haber pasado era morir aquella noche.

Los minutos pasaban y yo solo recordaba, al principio solo era sobre Regulus y mi infancia en aquella casa, no eran demasiados, poco a poco mi cabeza mis recuerdos se dirigieron a la mansión Malfoy, los gritos, las noches encerrada en una habitación, todas las veces que dormí en el suelo, los días sin comer, los golpes... la vez que Lucius me torturo solo por que creía que había escuchado algo que no debía... los recuerdos estaban distorsionados, pero las cicatrices estaban por todo mi cuerpo, todo lo que pasaba en mi vida tendía a ser desgracia, parecía que jamás llegaría a ser feliz, escuchaba las risas de mis amigos desde la planta baja. En otras circunstancias, ahí podría ser feliz, podría repetir esa noche todos los días de mi vida, una y otra vez, cenar con los Weasley, platicar con mis amigos tranquilamente... casarme con quien quisiera, enamorarme de quien fuera... Pensé en Ron, en sus ojos, en sus pecas, en lo lindo que era... en quedarme con él para siempre, sentirme segura en sus brazos, confiar en él y sentir paz interior, en esos momentos quise estar esperando una respuesta de Ron...