Capítulo 2

47 3 1
                                    

Era el última día de la semana. O sea; ¡Vierneees! *Fiesta mental* *Tum tum tum tum, soy un pandicornioo. Tum tum tum tum* Ok, ya. Falta poco para que termine el curso y por fin salga de este estres. En estas últimas 2 semanas de clases la Prof. Smiroth ha estado muy exigente y por cualquier estupides hace que se forme la 3ra guerra mundial (No estoy exagerando. Es cierto). Ya que estoy terminando el liceo comenzaré la universidad en otra ciudad, todavía no estoy segura cuál va a ser, pero espero que allá mi vida sea mucho mejor a la actual. Quisiera graduarme como psicóloga, en este lugar hay ese tipo de universidades. Pero el cambio de vida también tiene que ver con no volver a ver a aquellas personas que me han insultado e ignorado. ¡Me mudaré y haré un cambio de vida! Ya estoy a pocos meses de ser mayor de edad, tengo 17 años en este momento, pero no tengo la suficiente valentía para enfrentarme a las cosas.

Estaba de camino a casa con Anna, ya no estaba enferma y ya que le dije todo lo que había pasado me pidió disculpas y se ofreció a acompañarme a casa, a lo cual no me negué ya que hoy habíamos salido de clases un poco tarde por un trabajo atrasado, la calle a estas horas estaba muy sola y oscura, algo aterradora incluso, ya que era viernes Anna se iba a quedar en mi casa hasta el otro día y se iría en la tarde.

Ibamos hablando tranquilamente caminando por la oscura calle y al cruzar una esquina estaba un chico alto, muy alto, no pude distinguir bien su rostro porque lo único que alumbraban las calles eran unas pequeñas farolas que parpadeaban seguidamente e incluso era difícil distinguir el color de mis zapatos.

-Mierda, Gell. Espero que las pastillas no estén afectando mis visiones o te juro que las votaré-Dijo Anna con voz casi inaudible, bajo con la intención de que sólo yo la escuchara. Aunque creo que no sirvió de nada, el chico cada vez se acercaba más a nosotras, mientras nosotras retrocedíamos lentamente, a su ritmo.

Cuando Anna y yo nos topamos con una farola pude ver que traía un revolver en su mano, en ese momento mi corazón dejó de latir por unos segundos.

No sé en qué momento me lancé a correr por las calles con Anna sin ningún destino, en el momento que reaccioné tiré a Anna por su camisa para ir por un camino que se podía llegar más rápidamente a mi casa, pero aquel chico estaba realmente muy cerca, yo no soy muy buena en Educación Física, y siempre me había dicho a mí misma que si alguien me perseguía para matarme/violarme, esa persona lograría su objetivo y simplemente terminaría en una clínica, o peor. Espero que la vida me ame por una vez y pueda llegar lejos o por lo menos hasta alguna persona que nos ayude, pero la calle estaba completamente solitaria.

Di un pequeño brinco cuando vi de reojo a otros cuatro chicos vestidos de negro, traté de correr más rápido sin tener éxito.

Vi que uno de los chicos tomó a Anna por la cintura, de modo que di la vuelta para poder tomar su mano, pero no sirvió de nada, al parecer el chico tenía fuerzas.

-¡Gelianliths, ayúdame!-Gritó ella.

-¡Anna, libérate!-respondí.

En el intento de correr tras ella uno de los chicos también me tomó a mí, traté de gritar pero su mano tapó mi boca, traté de morderla fuertementepero de igual forma no reaccionó con dolor o algúna mueca por lo menos, él seguía serio, así que levanté un pié y le di por su entre-pierna y segundos después sentí como quitaba su mano de mi boca y me soltaba la cintura, él calló al piso retorciéndoce del dolor, aproveché la oportunidad para contra-atacar con el que tomaba a Anna, lo volteé haciendo el mismo movimiento anterior. No sé de dónde saqué esa valentía siendo tan cobarde, tal vez por sentirme alterada.

El chico calló al suelo, Anna y yo corrimos tan rápido como podíamos hasta llegar a la puerta de mi casa, saqué las llaves rápidamente de mis bolsillos con manos temblorosas, y nos adentramos sin pensarlo dos veces. Entramos a mi habitación, las dos teníamos la respiración agitada, estábamos asustadas por lo que acababa de ocurrir allá afuera.

-¿Qué mierda pasó ahí afuera?-Dije.

-¡¿Y por qué crees que yo tengo esa respuesta?!- Gritó.

-¡Cállate, estúpida, lo vecinos duermen!-reclamé, alzando los brazos.

-Pues estaban a un paso de violarme. ¿Crees que me importa que estén durmiendo?

-¡En vez de estar gritando como loca agradece que saqué de quién sabe dónde la maldita valentía de salvar tu vida!

Ella se quedó un momento mirándome, después de unos segundos se tranquilizó y luego se sentó en la cama a pensar.

-¿Por qué de repente nos persiguieron de esa manera? No creo tener cara de millonaria.-Dijo mirando a la pared, como hablando con ella misma. Luego me miró con picardía.-Aunque, bueno, supongo que nadie se resistiría a este cuerpo.-dijo, haciendo un movimiento con sus manos señalándose de pies a cabeza. Reí y me senté a su lado.-Pero, dejando a un lado mi belleza. Seriamente,¿Por qué crees que nos querían llevar?-preguntó.

-Realmente no lo sé.

♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥

Nota de autora: ¡Holaa! He hecho el capítulo más largo que el anterior y no lo seguí porque realmente me duelen los ojos. ¡Ya te lo paso, Diana xd!

My Life In Letters♥©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora