Lunes, quien no odia el lunes, la ruidosa alarma suena en toda la habitación, obligándome a despertar.
Con un poco de pereza estiro la mano para apagarla, abro los ojos sentándome en la cama, sin más me levanto y voy a ducharme,vestirme y cepillarme los dientes, luego de eso tomo mi cepillo para cabello, me veo al espejo, veo mi cabello está echo un desastre, mi melena rojiza cae por mi cara y algunos mechones están levantados.
Después de todo el problema con mi pelo bajo a desayunar, vivo sola ya que mis padres viven en Los Ángeles y yo en Nueva York, siempre soñé con la universidad de aquí, así que logré obtener una beca para poder entrar.
Mis padres son adinerados pero personalmente nunca me ha gustado que me paguen nada, por eso luche por la beca y aquí estoy, tengo un trabajo de medio tiempo que con el sueldo que me pagan tengo suficiente para vivir día a día.
A mis padres siempre se les hizo mala idea de que, tuve que entrar a la universidad por una beca y no directamente pagado, pero simplemente en mi caso pienso que si quieres algo tienes que luchar por el, no que el dinero te lo pague.
Estando en la cocina pude ver mi diploma de la secundaria colgado en la pared "estudiante destacada, leyla macker" gracias a mis conocimientos puede obtener mi diploma de la estudiante destacada durante tres años seguidos.
Me prepare unas tostadas con Nutella y un jugo de naranja, desayune con calma ya que tenía tiempo todavía.
Al terminar deje todo en el laba platos, tome mi mochila con todo lo que necesitaba; llaves, celular, pastillas para el dolor de cabeza, gel desinfectante, audífonos,gloss, lapiceros,llaves del carro y listo, salí y me metí al coche.
Después de unos minutos conduciendo llegue a la universidad, iba en segundo año, aparqué el carro, tome mi mochila, antes de entrar le puse la seguridad al carro, y ahora si entre.
Era una universidad bastante prestigiosa, gente de dinero iban aquí, se podía decir que era una semi privada.
Caminaba por los pasillos hasta mi taquilla, la abrí y tomé el cuaderno de inglés, mi salón estaba en el segundo piso así que me apresuré para poder llegar a tiempo.
Entre al salón y me senté en mi lugar, minutos después llegó la maestra.
—Hello guys, please be quiet—. Todo hicieron caso y atendieron.
—Today we are going to talk about the importance of values(hoy vamos a hablar sobre la importancia de los valores)—.
Luego de 45 minutos escuchando a la maestra sonó el timbre para el recreo, con calma guarde todas mis cosas y fui hacia la cafetería.
Pedí un jugo de fresa, le entregue la tarjeta para que cobrara, cuando lo hice me fui hacia las gradas, siempre estaban en silencio, nadie andaba por aquí por eso se hizo mi lugar favorito, donde podía leer un libro mientras tomaba mi jugo o simplemente observar todo.
Pero hoy no fue así, al otro lado de las gradas había un chico que podía jurar que estaba mirando hacia mi dirección sin ninguna pizca de discreción, por la distancia no se podía ver mucho pero lo que sí resaltaba era su pelo completamente azul.
El chico se puso de pie y lo vi venir ¿hacia mi? Me quede mirando como se acercaba, el azul de su cabello cada vez se hacía más intenso conforme se iba acercado cada vez más.
Se me hizo raro nunca lo había visto aquí, supongo que era nuevo, quien sabe, lo que se es que está parado justo delante de mi.
—hola—. Dice tan tranquilo sentándose a mi lado
—hola—. Quería sonar tranquila pero salió más como una pregunta
—que haces aquí sola—. Tiene el descaro de preguntar así como si nada.
—creo que eso es algo que no es de tu incumbencia—. Solté sin importancia.
—ya— dijo en tono "sarcástico"
Me quede un momento viéndolo, tenía unos ojos verdes claros, algunas pequitas en la parte de las mejillas, tenía una nariz perfectamente perfilada, sus labios no eran tan gruesos pero tampoco pequeños y con un color levemente rosa, su mandíbula era sumamente marcada haciéndolo ver sumamente varonil...y sexy...espera ¿porque carajos lo estoy viendo?
—se que soy hermoso pero no me veas así— dijo con un tono burlesco que me hizo enojar.
Yo solo solté un quejido bajo pero el parece que lo oyó porque soltó una pequeña risa.
—soy Nico —. Estiro su mano hacia mi.
No quería ser TAN grosera así que acepté su mano.—leyla—. Algo que me llamo la atención fue sus largos dedos, mi mano contra la de él era "nada" literalmente
—bonito nombre—. Dijo seguido de una pequeña sonrisa de labios pegados.
Le iba a agradecer pero sonó el timbre.
—me tengo que ir—solté sin más levantándome y caminando lo más lejos posible de ahí. No mire atrás en ninguna circunstancia.
Eso fue raro, ¿pero raro en buen plan?
Casi corriendo me dirigí hacia mi casillero y tomé el cuaderno de cálculo, y como vine corrí de nuevo hacia el salón, por suerte no había llegado el maestro.
Voy directo a mi lugar y me siento, como el maestro no llegaba saqué mi celular y entré a Instagram, me entretuve viéndolo y cuando levanté la mirada el maestro ya había entrado.
—buenos días, jóvenes por favor saquen sus cuadernos y tomen apunte.
El maestro dejó algunos cálculos en el Pizarrón, todos tomaban apuntes.
—bueno chicos esto es todo por hoy, nos vemos mañana, no olviden resolver los ejercicios, los revisaré mañana—. Termina diciendo para marcharse del salón y seguido de él suena el timbre.
Era hora del almuerzo, recogí mis cosas y salí, los pasillos estaban llenos de chicos hablando, otros corriendo a la cafetería, otros en los casilleros, verdaderamente hay veces que me siento sola, no tengo amigos aquí, y por ahora no quiero tampoco.
Deje los cuadernos en el casillero, y fui a la cafetería, esta vez compré un batido de chocolate y unas papitas, le entregue la tarjeta a la chica,me cobró y me devolvió la tarjeta.
Y como siempre me dirigí a las gradas, esta vez si estaban solitarias de nuevo, sin un peliazul rondando por ahí.
Saqué mis audífonos y se los conecte a mi mi celular, y puse lovely- billie aeilish.
Comí mientras oía la melodía y en algunos instantes cantaba algunos pedacitos de la canción.
Todo era hermoso hasta que;
—que escuchas—. Sentí que me quitaron uno de los audífonos.