Ya era de noche, y pues yo estaba resolviendo los ejercicios que mando el profesor, todo estaba en silencio hasta que mi celular suena... era una notificación.
Era mi padre; "hola leyla como como van tus estudios"
Les respondí y seguí en lo mío, hay algo que no sale de mi mente, alguien mejor dicho, ese chico peliazul.
Y de la nada llegaron flashback a mi mente.
—que escuchas—. Sentí como me quitaban uno de los audífonos.
—tú de nuevo—. Lo mire con algo de fastidio a lo que él no parecio importarle.
Como si nada tomo el auricular y se lo puso—oh, esa es una de mis favoritas— dijo empezando a tararear "happier than ever"
—ah, vale... por cierto, gracias por lo de hace un rato—pronuncie desviando la mirada.
—no es nada— dijo seguido de una pequeña sonrisa.
Iba a preguntarle que porque estaba aquí, pero una chica lo llamo, se veía bastante enojada.
—me tengo que ir,hablamos mañana... leyla—. Y sin más se fue, saltando la barra de las gradas.
**
Eso fue extraño, ¿quien era esa chica y porque lucía tan enojada? Tal vez era su novia y el hablando conmigo, nah ni me importa.
Termine de hacer mis deberes y baje a la cocina a prepararme algo de cenar. No tenía mucha hambre así que me preparé una sopa instantánea, la dejé en el microondas, cuando estuvo lista, la saqué y me dirigí hasta la sala de estar para prender el televisor, y poner una película de Disney.
La película empezó a reproducirse mientras comía, cuando termine puse el plato de plástico sobre la mesita y me quede en el sofá.
Entre risas y lágrimas la película llegó a su fin, ya tenía un poco de sueño así que apague la tele y me fui a mi habitación.En cuanto mi cuerpo tocó las sábanas, me dormí
A la mañana siguiente, la ruidosa alarma volvió a sonar, me desperté y me encamine al baño para tomar una ducha de 15 minutos.luego de eso me dirigí hacia mi closet, tome unos jeans de mezclilla anchos rotos en las rodillas, y un abrigo negro ancho y unos Nike jordan blancos.
Peine los mechones rojizos que caían por mi cara. Me lo dejé suelto con una cinta en la frente debajo del cabello.
Baje hacia la cocina, tome unos cereales con leche, los puse en un tazón y los comí, cuando termine tomé mis cosas y salí.
Después de unos minutos manejando hasta la universidad, llegué, estacioné del coche, le puse la seguridad y entré.
Mientras caminaba por los pasillos saqué mi celular, me entretuve tanto que no vi que alguien choco conmigo. Era una chica
—perdón—. Hizo una reverencia,parecía coreana. Tenía un cabello sumamente negro, ojos redondos pero pequeños.
—tranquila, ¿eres nueva, nunca te había visto por aquí ?—. Pregunte con amabilidad.
—si, vengo de Seúl,soy keitty , estoy un poco perdida me puedes ayudar— tenía un tono de súplica en su voz.
—yo soy leyla, claro déjame ver — miro el papel que tenía en la mano— oh, es mi salón, vamos.
Subimos hasta el salón y nos sentamos las dos en una mesa, a los pocos segundos el maestro de cálculo entró al salón.
—buenos días jóvenes, antes que nada, tenemos una alumna nueva, señorita lee póngase de pie por favor.
—hola, mi nombre es keitty—. Hizo una pequeña reverencia.
Después de que todos se presentaran con keitty, ella se sentó.
—muy bien sigamos con la clase, voy a revisar los ejercicios, espero que todos los hayan echo—seguido de eso empezó a pasar por los lugares.
Abrí mi cuaderno en la página donde estaban los ejercicios resueltos.el maestro llego a mi lugar y miro los resultados.
—muy bien leyla, sigue así —. Me dio una sonrisa y paso a otro alumno.
Yo solo respondí con un "gracias"
La clase estaba apunto de terminar hasta que el maestro habló;
—esta semana estaremos trabajando con los alumnos del 3r curso, formarán duos, y trabajaremos en un proyecto que estoy preparando.
Terminado de decir eso, se marcho y seguido de él, el timbre. Guarde mis cosas.
—me puedes decir dónde queda la cafetería, por favor—hablo keitty a mi lado.
—claro vamos— le sonreí, creo que ahora tendré una amiga.
Caminábamos por los pasillos hasta llegar a los casilleros.
—que número de casillero te toco—le pregunté un poco alto por el ruido de los estudiantes hablando todos a la vez.
—aquí dice... 145—me miro.
—ah, es aquel—. Apunte el casillero que estaba a cuatro más del mío.—guarda tus cosas y vamos a la cafetería—.
Llegamos a la cafetería, yo compré un batido de arándanos y unas papitas con salsa, y keitty un jugo de manzana y una hamburguesa.
Esta vez no fui a las gradas, nos sentamos juntas en una de las mesas, comimos mientras hablábamos y nos conocíamos más. Keitty vino de Seúl por una beca al igual que yo, vino aquí junto con su hermano, él está en 3r curso, aunque no me dijo su nombre.
—mira ahí viene mi hermano—mire en la dirección que apuntó, y inmediatamente me quedo pasmada.
Era el chico peliazul.
—Nico ven aquí— hablo un poco más alto para que la oyera.
Lo vi caminar hacia nuestra mesa, estando frente a nosotras se sentó al lado de minjo.
—hola pequeña—. Dijo pasándole el brazo por arriba del hombro.
Su mirada fue hacia mi sin disimulo.
—nic ella es mi amiga leyla—dijo sonriendo. Dios porque a mi
—hola leyla— extendió su mano nuevamente. Como si no me conociera
—hola— este chico se me hacía sumamente pesado. ¿Porque? Pues porque si.
—y de que hablaban—. Paso la mirada hacia keitty y luego hasta mi.
—nada, nos estamos conociendo más—. Tenía un poco de hamburguesa en la boca por lo que no se le entendió mucho.
—mhm, que bien—. Su mirada todavía estaba en mi.
El ambiente estaba tenso, pero todo terminó cuando una chica llegó a nuestra mesa.... "Brittany Anderson"
La niña fresa de la uni que se cree que ella es la mejor de toda la escuela. La típica niña que busca la atención de todos para sentirse bien, en fin.
—hola leyla—. Su mirada era hipócritamente irritante.
—que quieres brittany— en ese instante no me importó sonar grosera.
—no me vas a presentar a tu nuevo amigo—. Su mirada se posó en el peliazul.
—que no tienes voz, preséntate tú si te da la gana—. Esta chica uhg.
—hola guapo— estiro su mano hacia el. Pero este no la acepto y solo la miro mal—ya veo, me das tu número— puso una cara irritantemente "tierna"
—No, vete— su cara era seriedad completamente. Pero juro que por dentro me reí mucho.
—achs, okey... pronto te ablandarás, bye guapo— y sin más se fue.
—¿ella quien es?—. Su mirada fue hacia mi.
—ella es brittany Anderson, la "popular"—. Hice comillas con mis dedos.
—Ella es realmente molesta— y si.
Yo solo asentí. Cuando toco el timbre fuimos de nuevo a los salones.