HOUSE OF BLACK || Theodore Nott fanfic!
"Ser una Black digna de su apellido".
Madelyn siempre había tenido esos pensamientos, especialmente al recordar que su padre, Sirius Black, traicionó el legado familiar al irse a los Potter.
Detrás del árbol...
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CAPÍTULO TREINTA Y NUEVE «Otra vez en Hogwarts»
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Para Madelyn, el regreso a Hogwarts siempre había sido un trago amargo, pero este año en particular se sentía como una carga insoportable. No solo la sombra de Lucius encerrado en las frías celdas de Azkaban, se cernía sobre ella, sino que también la oscura y ominosa orden del Señor Tenebroso pesaba sobre sus hombros.
Asesinar a Albus Dumbledore.
La Marca Oscura grabada en su brazo izquierdo era un recordatorio constante y doloroso de que el destino de su familia pendía de un hilo, y cualquier fallo tendría consecuencias inimaginables.
Cuando Madelyn, Draco y Theodore finalmente abordaron el Expreso de Hogwarts, se dirigieron directamente a la sección de Slytherin, sus rostros reflejando la pesadumbre y la sombría anticipación que los embargaba.
Madelyn buscó consuelo en la cercanía de Theodore, apoyando la cabeza en su hombro mientras entrelazaba sus manos, buscando un mínimo resquicio de calidez en medio de la frialdad que la invadía.
Draco, por su parte, permanecía sentado con las manos apoyadas sobre la mesa, la mirada perdida en el paisaje borroso que se deslizaba tras la ventana, absorto en sus propios pensamientos oscuros.
Pocos minutos después, Pansy, Crabbe, Goyle y Daphne se unieron a ellos, ocupando los asientos restantes del compartimento. El silencio era denso, solo interrumpido por el traqueteo rítmico del tren. Daphne se sentó junto a Pansy, observando a sus amigos con una expresión preocupada.
—¿Y Blaise? —preguntó Madelyn, su voz apenas un susurro, al notar la ausencia del moreno que solía acompañarlos siempre.
—Creo que fue a algún club o algo así con Slughorn. En un momento vendrá. —respondió Pansy, sin apartar la vista de la puerta del compartimento.
—¿Quién es Slughorn? —preguntó Theodore, enarcando una ceja con curiosidad.
—Un nuevo profesor. —contestó Crabbe, con su habitual tono monosilábico.
