"otra vez, una vez más
miro como te escapas
y te vas sabiendo que
tu después vas a volver
me buscas cuando me voy
me extrañas cuando no estoy
no me sorprende eso de ti
y hasta la luna entiende
lo que siento al tenerte junto a mí
vos sabes que es así...
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HOY SERÍA NAVIDAD. Festividad a la cual estoy acostumbrada a pasar con mi familia. Esta era mi primera navidad sin mi abuelo, quien había fallecido. Lo único que le pedía a Dios era que mi familia esté bien, porque sé que él me cuida desde arriba.
Perder a un familiar, y más si es un abuelo, es de las peores pérdidas que podes experimentar. Los que siempre estuvieron ahí para consentirme, mimarme, amarme y cuidarme fueron mis abuelos, los cuales eran y son mis personas favoritas del mundo.
No tenía muchas ganas de nada hoy, pero tampoco pensaba pasarla mal, lo quería disfrutar y pensar que mi familia está bien, mirándome todo el tiempo.
Me levanté y me puse una pollera de jean con un top blanco. Fui hacia afuera y casi todos estaban solos, angustiados y encima (para variar) el día estaba nublado.
Me fui a sentar en las reposeras, que estaban solas. Me acosté sobre mis rodillas, sentada, se me escapaban varias lágrimas pensando en mi familia.
— Ma, pa, hermanas, abuelas, espero que me estén viendo — Dije a la cámara que me apuntaba sacándome rápidamente las lágrimas — Los amo, espero que estén bien y me estén guardando un lugar, capaz que no estoy con ustedes físicamente pero están en mi corazón y mi mente todo el tiempo — Expresé sinceramente.
Me había levantado bastante temprano, por ende me había quedado mucho rato ahí descargando mis emociones, meditando e incluso cantando, era lo que más me daba paz.
— Ine, perdón que te moleste, capaz que queres estar sola — Vino Martín hacia mi — Pero quiero que sepas que me doy cuenta que estás mal, sabes que contas conmigo para todo y que te quiero un montón, sos de las pocas personas en las que confío acá adentro — Dijo el Chino y se acercó a darme un abrazo.
En ese momento quebré. Un abrazo me podía desestabilizar si ya me encontraba mal, me descargue y me quede un buen rato en el abrazo.
— Gracias amigo, posta, sabes que siempre vas a poder confiar en mi y contarme todo, sos intocable para mi — Dije dándole una sonrisa sincera con algunas lágrimas.
Me tocó el hombro con una sonrisa y se fue, él también tenía los ojos rojos, sabía que había estado llorando.
Bauti vió lo que pasó con Martín y me preguntó con la mirada si podía venir a donde yo estaba. No movió la cabeza, ni nada de eso, pero había tal conexión que con una mirada ya entendía hasta a quien tenía que votar. Asentí con mi cabeza y él se acercó.
No dijo nada, pero me abrazó con todas sus fuerzas mientras me acariciaba el pelo.
— Me doy cuenta que estás así por tu familia, quiero que sepas que ellos te están esperando afuera y te están haciendo el aguante a muerte, no lo dudes Ine, sos muy fuerte — Dijo en medio del abrazo.
— Bauti gracias, enserio, no se como agradecerte todo lo que haces por mi, espero que sepas que de verdad confío en vos — Dije separandome del abrazo.
