"otra vez, una vez más
miro como te escapas
y te vas sabiendo que
tu después vas a volver
me buscas cuando me voy
me extrañas cuando no estoy
no me sorprende eso de ti
y hasta la luna entiende
lo que siento al tenerte junto a mí
vos sabes que es así...
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ESTÁBAMOS PREPARÁNDONOS PARA la gala. Ya estaba anocheciendo y todos comenzamos a prepararnos. Me había bañado a la mañana así que fui directamente a cambiarme.
Me puse un top blanco y un pantalón del mismo color (multimedia). Sinceramente no tenia muy en claro mis votos del día de hoy.
Me maquillé en el cuarto con las demás chicas mientras charlábamos de temas triviales, la verdad que lo pasaba bien con ellas, pero en ningún momento se me olvida que es un juego, obvio que hay gente que quiero mucho y no puedo evitarlo.
Salí de mi pieza para ir a plancharme el pelo al baño, eran más grandes los espejos.
Estaba haciendo un tutorial de como plancharse el pelo, no se quien me creía pero bueno.
— Y no tienen que dejarla tanto tiempo porque se les puede quemar el pelo — Explicaba hablándole al espejo.
— Uh, como afecta el encierro — Comentó Axel cuándo me escucho.
— Re, boludo — Reí con un poco de vergüenza — ¿Cómo andas? No hablamos tanto estos últimos días, loco —
— Mal, te extrañaba Ine — Dijo haciendose el dramático — Na, pero posta, tendríamos que hablar más, me caes re piola —
— Pienso igual, a partir de ahora vamos a hablar che — Dije dejando un segundo la planchita, dándome vuelta y levantando mi dedo meñique para hacer una promesa.
Hacer el conocido "pinky promise" para mí era una demostración de confianza. Si esa promesa se rompe, automaticamente mi confianza queda retirada de la persona.
— Me parece bien — Entrelazamos los meñiques. Separé nuestras manos y le di un gran abrazo.
El chico para mí era un buen amigo desde el principio, pocas palabras habíamos compartido, pero sentí una linda conexión de amistad, no quería que él se fuera.
— Que cariñosos andamos — Salió Bautista de la pieza apreciando nuestro abrazo.
— Tranqui que tengo novia, no te voy a robar a la tuya — Jodió Axel separándose de mi y yéndose hacia la cocina, dejandonos solos.
Agarre la planchita y seguí haciendo lo mío.
— ¿Te plancho? — Preguntó Bau.
— Como quieras — Le entregue la plancha.
— ¿Te pasa algo? —
— No nada, nervios nada más — Dije sonriendo, aliviando la situación.
Seguimos charlando, tras miradas. Yo lo miraba por el espejo y él cada tanto se daba cuenta y sonreía.
Hasta que de repente, llega otra persona, esta vez, era Emmanuel.
— Amiga, ya me cambiaste por mi alumno — Dijo al ver que Bautista me estaba planchando el pelo — Mira que yo te enseñe —
