Capítulo 29

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Llegar a T/P no fue mayor problema, de hecho era muy lindo, aunque si quiera sepa si de verdad estoy en el lugar correcto o no, pero era lindo, o por lo menos todos decían eso...

No tengo tanto silencio que acortar pensando tantas cosas, a diferencia de los demás estaba aterrada del futuro.

O que pasara un segundo más con cada dos consumidos, una filosofía algo bruta para alguien para mí, pero me gusta leer jeje.

"Concéntrate Tzuyu." Me dije a mi misma.

"Tzuyu, vamos a salir a conocer un poco, ¿Vienes con nosotras?" Preguntó Jihyo a lo lejos de la habitación.

"Nah, vayan ustedes, estoy cansada del viaje." Respondí viendo mi teléfono y sin tanto interés por lo demás.

"Bueno cariño, supongo que... ¡Sana! Te vas a quedar con Tzuyu." Dijo Jihyo empujando ligeramente a Sana enfrente de mi.

"¿¡P-Por qué yo!?" Exclamó Sana.

"Tranquilas chicas, no creo que me puedan ayudar mucho, solo quiero dormir." Respondí con una sonrisa algo forzada.

"Yo me quedo con ella chicas, vayan a disfrutar la ciudad." Comentó Suga.

"No es nece-..." Me interrumpió la líder.

"¡Perfecto!, bueno cualquier cosa nos llaman... Diviertanse." Dijo de manera pícara la líder, a lo que yo solo rodeé los ojos.

"¿Me ayudas subiendo a la cama?" Dije sin otra opción que pudiera utilizar.

"O-Oh, c-claro." Respondió el chico, así que solo me ayudó con mis pies y pude tomar asiento en la cama, con lo cual era suficiente para yo poder acostarme.

"¿Necesitas un cambio de ropa?" Preguntó Suga a lo cual lo miré algo incrédula.

"Ammm... Estaré en la otra habitación por cualquier cosa." Después de ese momento algo incómodo el chico solo salió y sin mas quedé sola.

Quité mi camisa quedando en sujetador y con algo de esfuerzo pude alcanzar mi maleta la cuál había quedado a un costado de mi cama.

Saqué un short y me lo puse, decidí quedarme en sujetador puesto que T/P era muy caluroso.

Me recosté un poco y sin mas esfuerzo pude dormir un poco.

....

"Hey..." Sentí suaves caricias en todo mi rostro. Poco a poco fue abriendo los ojos.

"¿_-____?" Pregunté con un gran brillo en mis ojos.

"Si.. soy yo." Su aliento era tan cálido.

Sin alguna palabra que pudiera si quiera articular me solté a llorar, verlo de nuevo era ahora un milagro.

"Mira..." Desde el principio había visto un rastro blanco en los brazos de ______, algo pequeño, pero visible.

Sin más, ______ me dejó observar más a detalle que era...

"¿U-un b-bebé?" Pregunté, sentí un hueco muy profundo en todo mi interior que solo hizo eco a lo que había visto, dicho y sentido.

Mi corazón se escuchaba incluso por encima del ruido exterior.

"Si... ¿Quieres saber cómo se llama?" Dijo mi contrario.

Yo seguía en un trance, simplemente nada se sentía como real, no podía sincronizar mis pensamientos con mis palabras.

Solo pude mover mi cabeza en negación.

"Kuinzel..." Dijo mi contrario.

"¿K-Kui...Kuinzel?" Mi garganta se empieza a cerrar.

Un gran nudo se había hecho en mi garganta, ni siquiera sabía el por qué, o si fuera bueno o malo, un bebé simplemente no te puede transmitir un siniestro o alegría.

Es como si la noche te diera un ser blanco, cuando noche blanca me dió a ______... Así mismo se sintió.

Y es que ver tus propios ojos, tu propia cara, tu nariz, tus pequeños lunares, apilados a un rostro casi como el tuyo es...

"Hermosa..." Mi llanto se hizo más grande.

Acariciar esa mejilla, esa pequeña mejilla, tomar esa manita...

Era tan dulce como para vivir por ello en la eternidad.

"Es... ¿N-Nuestra?" Pregunté sin ver a mi contrario.

No hubo respuesta, solo unos ojos arqueandose en felicidad pura.

Pero todo empezó a borrarse, ya nada tenía sentido, era una presión muy fuerte con aura muy aprensiva.

"¿_-_____?" Mi contrario yacía mirando y cargando al bebé, a la pequeña que hace nada tenía yo en mis brazos.

"Estamos en..." Comenzó a decir ______, mientras se alejaba.

"¿D-Dónde?" No hubo respuesta, siquiera ruido.

"Ralv...n" No podía escuchar nada.

"¡¿D-Dónde?!"

Todo se apagó, todo perdió color, todo negro.

Hasta que volví a despertar.

"Hey..." Una voz me recibió, pero fue más el susto que la reacción al despertar.

"¿Suga?" Pregunté extrañada, tenía una ligera presión en mi abdomen, que se iba hasta la pierna.

Pude ver qué tenía sujetas mis dos piernas a los brazos de la cama.

"¿Q-Qué haces S-Suga?" Pregunté de nuevo ahora asustada.

"¿No lo entiendes?, he esperado por mucho tiempo esto." Mi contrario se acercó hasta a mí con lo que era un paño.

"N-No... ¡Aléjate de mi!" Grité intentando moverme, pero era imposible.

"¡Ayuda!" Grité sin respuesta alguna.

Suga intentó forcejear un poco conmigo para ponerme el paño en la boca. Solo podía mover las manos, pero no era la misma fuerza.

"¡______!" Grité ahora con lágrimas.

"¿______?" Repitió mi contrario.

"¿Quién carajos es él?" Volvió a preguntar.

Al instante se escuchó como tumbaron la puerta principal, entraron varios hombres.

Uno de ellos pude retener a Suga en cuanto entró al cuarto, tirándolo al piso.

"¡Tzuyu!" Todas las chicas entraron después, yo estaba llorando a más no poder.

Las chicas se pusieron a mí lado mientras los de seguridad me liberaban las piernas.

"¿Q-Quienes son ellos?" Pregunté.

"Lo siento señorita, la vamos a trasladar a otro lugar." Dijo uno de ellos, con un coreano casi perfecto.

Pero se me hizo muy conocido, de algún lugar.

"¿C-Cómo te llamas?" Pregunté.

"Mi nombre es ________."

Noche Blanca [Tzuyu y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora