Pov Tzuyu
Me dirigí hacia la cabina con cierta intriga, es decir, todo el tiempo que pasé con _____ me hizo despejarme por completo de todo.
Entré y tomé el teléfono para después ponerlo sobre mi oreja sin más.
Y... Vaya.
Línea telefónica
"¿Hola?"
"Parece que ya las heridas están bajando, qué...¡Qué alegría!"
[Reconocí la voz de inmediato era Jihyo]
"H-Hola Unnie" —Sollozo—
"Vamos Jihyo, no te escucha."
[E-Esa era Jeong]
"E-Ella lo hace."
"Buah, no tiene caso."
"¿A-A que se refiere Jeong?"
"Dale esperanzas Jeongyeon, todo volverá a la normalidad cuando Tzuyu despierte."
[Mis ojos se tornaron cristalinos]
"Deberías de darle las gracias, por su actuación nos dieron vacaciones."
"¿M-Mi actuación?"
"¿Las gracias?, ¿Ves más por un descanso que por la salud de tu compañera?"
"C-Chicas no discutan..."
"Jodete."
"U-Unnie no-..."
"¿Qué dijiste?" Cuestionó.
"¡Que te jodas!, si quieres un maldito descanso mejor salte del grupo."
"P-Por favor n-no-..."
"Se ve que aún no vez las cosas como son, llevamos tres meses esperando a que tu niña mimada despierte y no da señales de tal, a este paso no será necesario que yo u otra chica se salga del grupo, todo se vendrá abajo."
[Comencé a derramar algunas lágrimas]
"Te necesitamos Tzuyu, sé que tú puedes, lo puedes lograr..."
"L-Lo haré, ¡Seré fuerte Unnie!"
"Tal vez me estés escuchando, si es así, te necesito..."
Fin de la llamada
No pude hacer nada más que deslizarme de espaldas sobre la cabina para poner mi cabeza entre mis rodillas e inundarme de lágrimas.
Sabía bien a lo que Jeongyeon se refería, si no despertaba lo antes posible tal vez la empresa quebraria, incluso ya no pueda seguir conectada.
Los gastos en Corea son excesivamente caros y más cuando de salud se hablaba, pero simplemente no podía hacer nada.
Solo...
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Noche Blanca [Tzuyu y Tú]
Hayran KurguTú... una persona tan famosa y con un futuro solucionado, y yo, una persona normal sin algo que sobresalir. El estado de Noche Blanca nos unió, un sueño profundo me unió a ti, sabía que estaba mal tener sentimientos por ti, pero decidí arriesgarme...