I: El final del comienzo y el comienzo del final

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Capitulo 2: el fin del comienzo y comienzo del fin


El Vacío, es lo único que existía ahora. En este mundo en un vacío de quietud eterna y una oscuridad que todo lo consume, un mundo donde la nada superaba todo, en ella existía una sola mujer.

El mundo ya no existía, ya no había nadie. ella había destruido el ciclo de la providencia, el orden natural de todo. Destruyó el futuro de todos por igual, el verdadero futuro que todos estaban destinados a enfrentar, sin dejar nada atrás, Nada fue capaz de detener al ser.

Nada fue capaz de estorbarla de su objetivo. Desafiando todos los órdenes y aspectos del mundo, el ser había borrado la existencia misma. La realidad se hizo añicos. Los sellos fueron destruidos, Los Fragmentos fueron reconectados.

Las almas fueron silenciadas. Los Espíritus fueron vencidos. Las Autoridades fueron suprimidas. El Mana fue vaciado. El Mundo fue consumido. Todo se había ido completamente, tragado entero por este ser. Esto debería haber sido imposible.

Todo desapareció menos una cosa, una alma flotaba en aquel vació para ser tragado en aquella oscuridad, pero esa marea negra era gentil y sujetaba aquella alma en un dulce abrazo.

"Te Amo..."

Se escucho un susurro de esta mujer, la mujer susurró su amor desde el fondo de su corazón, saboreando cómo su cuerpo envolvía a la alma en su abrazo protector. No le importaría, permanecer así para siempre.

Mantener esta alma guardada y protegida, contenido en sus senos, mientras continuaba confesando su amor incondicional, su devoción sin límites, su afecto imperecedero y su absoluta lealtad para siempre, por toda la eternidad.

Esta mujer podia sentir los deseos de la alma. La alma era Codiciosa, Quería algo más que simples caprichos, lo quería todo para si mismo.

"Puedo otorgarte todo lo que deseas..."

La mujer tranquilamente aseguro. Lo consumía todo, poseía un poder sin igual, podía conceder la alma cualquier deseo y cualquier necesidad. No importa lo que la alma pueda querer en su codicia, la mujer siempre puede proveer. Sin embargo, había algo mas en aquella alma.

Era Lujurioso, Quería tener más intimidad con la mujer, no solo ser engullido por ella. Quería lograr la verdadera intimidad.

"Puedo absorberte..."

Ofreció la mujer ansiosamente. La última forma de intimidad era convertirse en uno. El ser solo necesitaba absorber la alma y entonces la alma pertenecería total y absolutamente a ella totalmente. mientras las profundidades de sus senos eran seguras y cómodas para el alma, no había lugar más seguro que estar dentro de ella. Totalmente contenida, totalmente protegida, totalmente amada. Absorber y albergar el alma en sí misma era la solución más eficaz.

Compartirían todo. Pensamientos, emociones, recuerdos, sentimientos, nada quedaría oculto, y el ser siempre estaría ahí para el alma en todo momento, pues el alma residiría dentro de élla. Junto a su ansiosa oferta, la mujer ya inició el proceso de la absorción. La verdadera realización y la felicidad suprema estaban cerca.

Sin embargo, no era lo único que la alma deseaba ya que también era Orgullosa.

Quería tener libertad, quería hacer cualquier cosa y todo cuando y donde quisiera, para mantenerse erguido y orgulloso de sí mismo. Quería ser adorado por la existencia misma. Ningún ser, ninguna ley, nada debería poder obstaculizar su camino.

"Siempre puedo reformarte y dejar que hagas todo lo que quieras..."

La mujer negoció, deteniendo la absorción. El alma lo era todo para ella. Si la libertad era lo que deseaba, entonces era el mandamiento absoluto de ella. Siempre podía permanecer absorto dentro de y salir cuando quisiera la libertad, tomando libremente el camino deseado.

ReZero: La Divina ParadojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora