Indomable (Richard Z.Krüspe y tú)

Capítulo 60

Maratón 3/4

Me senté junto a las chicas y nos pusimos a conversar sobre muchas cosas.
Volvió Richard como si nada y se sentó.
_ ¡Hey tú, Krüspe! _me miró con el ceño fruncido.
_ ¿Qué? _preguntó seco.
_ ¿Cuándo vas a devolverme a Jimmy?
_ Cuando vayas a buscarlo, ¿O también tengo que llevártelo?
_ No estaría nada mal.
_ Ja-ja.
_ Igual ya sabes. Yo pasaré por tu perro y por tu gato en cuando te hayas ido, los cuidaré bien. _dijo Taylor.
_ Bien, ve por Jimmy a mi casa. Que ______ te pase la dirección. _dijo Richard.
_ Bien. _le respondió_ Les encantará mi casa a tus bebés. _me dijo.
_ De seguro.
_ Hey, _____, ¿Quieres probar? _preguntó Joseph dándome un cigarrillo.
_ Ya probé.
_ ¿Y...?
_ Exquisito. _dije recibiendo el cigarrillo.
Le di una calada y se lo pasé a Taylor. Paul me lanzó una mirada de desaprobación, sonreí inocente pero no funcionó.

Luego de estar hablando casi toda la noche brindamos por el inicio de nuestra gira y por los pandicornios (a pedido mío). Soy la madurez personificada, lo sé. -Nótese mi sarcasmo.
_ Oliiiiii. _dije sonando muy ebria_ Tengo sueño. _recargando mi cabeza en su pecho.
_ Hey chicos, me llevo a la pequeña. _informó_ Mañana nos tenemos que levantar temprano y ella no acostumbra a dormir poco. _dijo.
_ Bien, pero ojo con lo que haces. _le advirtió Paul. Oliver rió y me levantó como pudo.

Salimos del lugar y me metió a su camioneta. Subió y encendió el motor.
_ Bien, vas a dormir como una bebé.
_ ¿Puedo dormirme ahora mismo?
_ Claro. _me vió enternecido.
_ ¿Y cómo sé qué no me harás nada...?
_ No lo sabes. _reí.
_ Ok, ahora si, ¡A dormir carajo! _dije acomodándome en el asiento.
Pasamos unas cuantas calles y me quedé finalmente dormida.

Desperté cuando Oliver me depositaba en su cama. Sonrió al verme parpadear.
_ Eh... _iba a decir algo pero puso su dedo índice sobre mís labios.
_ Shh... Duerme tranquila.
Me quitó el chaleco y las botas para luego arroparme.
_ Dulces sueños. _besó mi frente.
Iba a irse pero tomé su mano deteniéndolo.
_ ¿A dónde irás?
_ A dormir. _respondió como si fuera más que obvio.
_ ¿En dónde?
_ En el sillón.
_ No... Yo iré al sillón, _levantandomé de la cama_ tu quedate aquí. _bostezé.
_ No, no, no. _me empujó cuidadosamente para que me volviese a acostar.
_ Si... _intentando levantarme.
_ No.
_ Entonces iré contigo.
_ Aghh... Vamos, no la compliques.
_ Anda... Sino duerme conmigo. _estaba borracha y dormida, o sea, no sé lo que digo. Mañana me arrepentiré.
_ Aghh... No sabes lo que dices, nena. No me provoques y quédate ahí. ¿Si?
_ No... Vamos, quédate.
_ No, tu quédate.
_ Anda... ¿Si? _negó con la cabeza y se fue cerrando la puerta a sus espaldas.
Bufé. Me recosté nuevamente y me dormí en cuestión de segundos.

En el medio de la noche sentí la cama moverse y un peso sobre mís caderas. Abrí lentamente los ojos y vi a Oliver acostado junto a mi, abrazandome. Sonreí.
_ Hace frío en el sillón. _se justificó.
_ Uhm... _dije, recargando mi cabeza en su pecho.
_ Dulces sueños. _besó mi cabeza y acarició mi espalda de arriba a abajo hasta que quedé completamente dormida.