Luego de que Harry y Mélanie escucharon la historia se durmieron misteriosamente..
El callejón Diagon
Harry y Mélanie se despertaron temprano aquella mañana. Aunque sabían que ya era de día,
mantenían los ojos muy cerrados.
«Ha sido un sueño -le dijo Harry a Melanie con firmeza-. Soñé que un gigante llamado
Hagrid vino a decirme que voy a ir a un colegio de magos. Cuando abra los ojos
estaré en casa, en mi alacena.» Dijo Harry..-Yo también soñe eso..-Dijo Melanie,Se produjo un súbito golpeteo.
«Y ésa es tía Petunia llamando a la puerta», pensó Melanie con el corazón
abrumado. Pero todavía no abrió los ojos. Había sido un sueño tan bonito...
Toc. Toc. Toc.
-Está bien -rezongaron Harry y Mélanie-. Ya nos levantamos.
Se incorporóraron y se les cayó el pesado abrigo negro de Hagrid. La cabaña estabailuminada por el sol, la tormenta había pasado, Hagrid estaba dormido en el sofá
y había una lechuza golpeando con su pata en la ventana, con un periódico en el pico.Harry y Melanie se pusieron de pie, tan felices como si un gran globo se expandieran en su
interior. Fueron directamente a la ventana y la abrió. La lechuza bajó en picado ydejó el periódico sobre Hagrid, que no se despertó. Entonces la lechuza se posó
en el suelo y comenzó a atacar el abrigo de Hagrid.
-No hagas eso.
Harry trató de apartar a la lechuza, pero ésta cerró el pico amenazadoramente
y continuó atacando el abrigo.
-¡Hagrid! -dijo Melanie en voz alta-. Aquí hay una lechuza...
-Págala -gruñó Hagrid desde el sofá.
-¿Qué?
-Quiere que le pagues por traer el periódico. Busca en los bolsillos.
El abrigo de Hagrid parecía hecho de bolsillos, con contenidos de todo tipo:
manojos de llaves, proyectiles de metal, bombones de menta, saquitos de té...
Finalmente Harry y Melanie sacaron un puñado de monedas de aspecto extraño.
-Dale cinco knuts -dijo soñoliento Hagrid.
-¿Knuts?
-Esas pequeñas de bronce.
Melanie contó las cinco monedas y la lechuza extendió la pata, para que Harry
pudiera meter las monedas en una bolsita de cuero que llevaba atada. Y salió
volando por la ventana abierta.
Hagrid bostezó con fuerza, se sentó y se desperezó.
-Es mejor que nos demos prisa, Harry, Melanie. Tenemos muchas cosas que hacer
hoy. Debemos ir a Londres a comprar todas las cosas del colegio.
Harry y Melanie estaban dando la vuelta a las monedas mágicas y observándolas.
Acababan de pensar en algo que le hizo sentir que el globo de felicidad en sus
interioriores acababa de pincharse.
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𝙀𝙣𝙘𝙖𝙣𝙩𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙖𝙢𝙤𝙧 𝙮 𝙝𝙚𝙘𝙝𝙞𝙯𝙤𝙨 𝙚𝙣 𝙃𝙤𝙜𝙬𝙖𝙧𝙩𝙨//𝘙𝘰𝘯
Romance𝘛𝘢𝘭 𝘷𝘦𝘻 𝘵𝘦𝘯𝘪𝘢𝘯 𝘳𝘢𝘻𝘰́𝘯 𝘤𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘮𝘦 𝘥𝘦𝘤𝘪́𝘢𝘯 "𝘚𝘪𝘦𝘮𝘱𝘳𝘦 𝘭𝘭𝘦𝘨𝘢 𝘢𝘭𝘨𝘶𝘪𝘦𝘯 𝘮𝘦𝘫𝘰𝘳"....?