V

23 3 0
                                    

El despertar sintiendo como el cabello de Rosé le hacia cosquillas desde su cuello y menton, se le hacia costumbre, sonrió y la aparto levemente para poder cepillarse los dientes, y luego a preparar algo de desayuno.

Espero a que su Rosie despertara, y cuando lo hizo, sonrió, no sabia el porque.

Unos minutos después, ellas estaban en la mesa desayunando tranquilamente.

Rosé se había estado comportando raro durante toda la semana, no sabia el porque pero prefería esperar a que ella le contara.

"Jis, salgamos tu y yo, en la madrugada a ver las estrellas." Sugirió Rosé, con ojos suplicantes. "Esta bien, Rosie." Acaricio su pelo mirando sus delicados gestos.

Rosé lograba algo en ella que no podía decifrar, podia diseñar sus sueños de tal manera, logrando aparecer en todos y cada uno de ellos.

Sus corazones se entrelazaban dándose el calor necesario, dejando que el frío desapareciera entre las dos.

Jisoo se dio cuenta de que ya hacia un tiempo en el que no veía las estrellas para intentar juntarlas de una forma aleatoria.

Busco nuevos cambios fisicos en Rosé, mirando el como sus ojos solian mirarse mas perdidos, y el como su voz era mas baja de lo normal, tal vez porque Rosé parecía ser mas calmada de lo que podía ser.

Acaricio su piel solamente para darse cuenta de que era mas suave que antes, deseando poder tocarla por el resto de su vida, tambien noto que su piel era algo mas fria que lo normal.

No sabia el porque el tiempo había pasado tan rápido, porque en menos de un pestañeo, habían pasado de las doce y media, a las tres con cuarenta.

Prefirió prepararse para su salida en la madrugada, eligió cuidadosamente lo que usaría para esa noche, y también, decidió salir a la tienda.

Rosé había sido muy insistente en saber hacia donde se dirigía Jisoo, pero ella había sido mas insistente en decir que seria una pequeña sorpresa.

Un amable chico la atendió, el rubio le mostro las mejores opciones para su amada, decidiendose por aquel collar de colgante rojo oscuro.

Por alguna razón, su corazón latía fuertemente mientras sostenía la cajita que contenia el collar.

Mientras que visualizaba a Rosé con el collar en su atractivo cuello, pensó en la probabilidad de que el tiempo fuera mas lento.

Si el destino las junto tan desesperadamente, el mismo destino podría separarlas sin compasión alguna, y sabia muy dentro de si que deberia prepararse para ello.

Pero ese no era su deseo, ella quería tomar su mano y perseguir a la luna con su mirada, hasta quedarse dormidas en ese momento.

El tiempo había pasado muy rápido antes, pero ahora su horario para mirar las estrellas no llegaba, cinco minutos parecian una hora.

Mientras que su rubia la tomaba de la mano, anunciando que irían a la playa mas cercana.

El anochecer llegaba, y la rubia apoyo la cabeza en el hombro de la azabache, mientras miraba el reflejo del sol escondiéndose en el mar.

"Rosie, quería hacerle un regalo." DIjo extendiendo la cajita, admirando el rostro de Rosé, Quien sonreia antes de voltearse.

Jisoo entender lo que pretendía, y sin queja alguna, accedio a ponerle el collar.

Sentia que el tiempo pasaba rápido al lado de Rosé, como si de la luz se tratase.

"¿Crees en la reencarnación?" Pregunto casi derrepente, haciendo erizar la piel de Jisoo al instante. "Talvez."

"Te amo mucho." Dijo antes de extender su mano al cielo y señalar las estrellas. "Las estrellas me recuerdan a ti, brillan tanto como tu."

Volvió a apoyar su cabeza en el hombro de Jisoo dejando que sus lágrimas salieran, llamando la atención de la contraria.

"¿Porque lloras?" Pregunto viendo el como se paraba del piso, para ir hacia su mochila posicionada unos pasos atrás.

"Ese no importa." dijo buscando un papel para entregárselo a Jisoo. " Lo siento, de verdad lo siento." Dijo antes de que Jisoo la abrazara.

"¿Que sucede, Rosie?" Dijo acariciando sus mejillas, limpiando sus brillantes lágrimas.

"Jisoo, ¿seguire siendo yo tu verdadero amor?" pregunto mirandola a los ojos. "Siempre lo seras, Rosie."

"Yo debo irme, no deseo hacerlo, pero no tengo ninguna opción." dijo apoyando su cabeza en el pecho contrario.

"¿Rosie?" Dijo antes de que Rosé desapareciera, dándose cuenta de que en este momento abrazaba a la nada, solo con una carta en la mano.

Miro al suelo, dándose cuenta de que el collar que le había regalado se encontraba en este, sin dudarlo, lo recojio y lo atesoro en sus manos.

Jisoo, con las lágrimas de sus ojos, decidió sentarse a ver las estrellas, queriendo sentir el cálido abrazo de su amada, ¿que mas podía hacer? Rosé siempre había estado muerta de todos modos.

Debía haberlo sabido, por la forma en la que se comportaba, por la forma en su físico se lo indicaba, y porque el tiempo nunca era suficiente.

¡Jisoo Puede Ver Muertos!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora