Alastor × Lucifer

CAPITULO 1

El infierno ardía con una mezcla de colores vibrantes y sombras profundas mientras los demonios se movían entre el caos y la decadencia. En un rincón de este reino oscuro, la princesa del infierno, Charlie, intentaba mantener la calma mientras observaba una discusión que amenazaba con convertirse en una confrontación explosiva.

Alastor, el Radio Demon, y Lucifer, el monarca del infierno, se enfrentaban con miradas cargadas de hostilidad. La tensión flotaba en el aire mientras sus personalidades colisionaban como tormentas eléctricas.

-Lucifer, mi buen amigo, ¿tan desesperado estás por la atención de la dulce Charlie? -. Alastor sonrió con malicia, sus ojos centelleando con diversión.

Lucifer, sin embargo, respondió con un gruñido de desprecio. -Alastor, no sé qué juego estás intentando, pero te advierto, no toleraré tus mierdas aquí y ahora.

Charlie intentó intervenir, buscando calmar los ánimos. -Papá, Alastor, por favor, no deberíamos...

Pero sus palabras se perdieron en la tormenta que se desataba entre los dos demonios poderosos. Insulto, tras insulto y maldicion tras maldicion, se lanzaron como proyectiles en un campo de batalla etereo. La risa de Alastor resonaba mientras resppndia de forma satcastica a casa palabra que salia de la boca de Lucifer.-¿Crees que tu radio barata puede competir conmigo? -. Gruñó Lucifer, sus ojos despidiendo llamas, ya harto de la insolencia de una porquería.

-Querido Lucifer...no...mejor dicho su majestad, ¿acaso no has oído que la música es el lenguaje del alma? -. Alastor esquivó un golpe a penas de Lucifer quien tenía prohibido tocar a algún miembro del hotel debido a las condiciones que le puso su hija para estar ahí.

La escaramuza amenazaba con extenderse cuando un grupo de demonios, incluyendo a Husk, Niffty, Vaggie y Angel Dust, se reunió para observar el espectáculo. La multitud murmuraba entre risas y apuestas.

En medio del caos, Vox, el reportero demoníaco, deslizó su cámara robótica para capturar cada momento de la disputa y publicarla en vivo a todos sus televidentes.

-Esto es más entretenido que el último circo del infierno, y me atrevería que a decir que cojer tambien-. Comentó Angel Dust, observando con deleite y con una sonrisa picara.

Charlie, sintiendo que su paciencia llegaba a su límite, alzó la voz. -¡Ya es suficiente! Ambos, dejen de comportarse como niños.

Alastor y Lucifer, momentáneamente distraídos, volvieron la mirada hacia Charlie. Ella estaba decidida a poner fin a esta disputa absurda.-Si no pueden comportarse, ambos pueden irse -.
Declaró Charlie con firmeza mientras apuntaba hacia la salida.

La mirada desafiante de Lucifer se encontró con la de Alastor, y por un instante, la tensión amenazó con explotar. Sin embargo, ambos demonios retrocedieron, cediendo a la autoridad de la princesa del infierno.

Lucifer esbozó una sonrisa burlona.
-Será la próxima vez, radio de porqueria.

-No puedo esperar -respondió Alastor con una inclinación teatral y su típica sonrisa retorcida.

La multitud se dispersó, dejando a los tres demonios en un silencio incómodo.
Mientras Lucifer se retiraba con gruñidos ininteligibles, Alastor se volvió hacia Charlie con su sonrisa característica.

-Mi encantadora princesa, ¿me perdonarías por el pequeño espectáculo?

Charlie suspiró. -Alastor, por favor, no empieces guerras en mi hotel.

Él le guiñó un ojo antes de desaparecer en una nube de humo.