— Kiki.
— Shut up.
— Arriba.
— No.
— Venga, Kiki — Violeta la zarandeó — Que ya son las diez.
— Pues despiértame en tres horas — Chiara murmuró, abrazándose con más fuerza al cuerpo de Violeta. Su cabeza acabó en un sitio blando, y cómodo.
— ¿Qué, agusto?
— Sí — Chiara dijo, pegando más su cabeza a esa almohada tan cómoda.
— O sea, que te van más las tetas que los culos.
— ¿Eh? — Chiara abrió un ojo, y se encontró frente al pecho de Violeta. Se apartó, pestañeando varias veces — Perdón.
— No parecías sentirlo mucho — Violeta dijo, sonriendo — Me has babeado la camiseta.
— Es mi camiseta.
— Ya te dije ayer que no me apetecía buscar una en la oscuridad.
Chiara se quedó mirándola y después buscó su móvil, que había puesto bajo la almohada por la noche. Lo desbloqueó y encendió la linterna — Y se hizo la luz. Magia pura, lo de los teléfonos móviles.
— Claramente se me olvidó usar el móvil. Es más, me lo podrías haber dicho tú anoche — Violeta dijo — Pero bueno, menos drama. Yo te robo la ropa y tú me la babeas.
— Me parece buen plan — Chiara se acercó, poniendo sus brazos a cada lado de la cabeza de Violeta — Pero si quieres mi ropa, puedes quitarme la que llevo puesta y punto. No hace falta robar.
Violeta se sonrojó, escurriéndose de debajo de Chiara y levantándose — Guárdate el paripé para cuando haya gente, anda.
— ¿Quién ha dicho que sea un paripé? — Chiara preguntó, mirando a su móvil.
Violeta la miró, sus labios abriéndose con una pregunta que le daba miedo formular. Pero la cerró y negó con la cabeza — Vístete. He quedado con mis amigos en la plaza en media hora.
— Joder, qué mandona eres — Chiara dijo — ¿Me vas a elegir la ropa, o eso es solo para ocasiones especiales?
— La camiseta blanca de manga larga — Violeta dijo, sonriendo — Y los pantalones vaqueros.
— Vale — A Violeta se le borró la sonrisa cuando vio a Chiara sacar la ropa que ella misma había mencionado de su maleta.
— ¿Qué haces? — Violeta preguntó, agarrándola del brazo.
— Pues intentar ir al baño para ducharme, pero una pelirroja no me deja apenas respirar.
— Digo con la ropa — Violeta dijo, soltando su brazo.
— Pues ponérmela — Chiara se encogió de hombros.
— ¿Hablas en serio?
— Claro — Chiara dejó un beso en su mejilla y fue hacia la puerta — No voy a darte el disgusto de que no me puedas ver con un modelito tan mono.
— Imbécil — Violeta dijo, pero no tenía malicia. El tono era más próximo al de cariño, y a Violeta de nuevo le asustaba.
━━━ • 𖥸 • ━━━
— Qué plaza más chula — Chiara dijo.
— Y eso de ahí es el ayuntamiento — Violeta dijo, apagando el coche — La madre de Rubiales hizo huelga de hambre ahí.
— ¿Quién es Rubiales?
— Un calvo. No sé, era entrenador de fútbol. Yo cubrí la noticia.
— ¿Si es calvo, porque le llaman Rubiales?
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Mentiras de Jarabe | KiVi
RomanceChiara y Violeta son compañeras de piso, y no se llevan bien. Discuten a menudo, y cuando no lo hacen, se ignoran. Cuando se adelanta la boda de su hermana, y Violeta se niega a ir sola y escuchar a su madre preocupada por su soledad, decide engañar...