Chiara se despertó gracias a alguien dejando besos en su cara. Entreabrió los ojos, y sonrió cuando vio una melena pelirroja.
— Mhm — murmuró, abrazando su cintura — Buenos días, preciosa.
— Que facilona eres, Kiki.
Chiara se separó cuando escuchó la voz, pegando su cuerpo al colchón para crear el mayor espacio posible entre ambas.
— Ruslana — Chiara se quejó, mirando a su amiga — Qué susto. Pensaba que eras Vivi.
— Y yo que creía que por fin me ibas a comer la boca — Ruslana dijo, tumbándose a su lado.
— No digas eso delante de Violeta, porfa — Chiara murmuró — Es un poco celosilla.
— ¿Un poco? — Ruslana rio — Si pudiera te mearía encima cada vez que sales de casa.
— Calla — Chiara empujó su hombro.
— Sabes que no miento — Ruslana se giró para verla — Feliz cumpleaños, por cierto.
Chiara rio, negando con la cabeza — Por eso has madrugado, ¿no?
— Pues claro — Ruslana apartó el brazo de Chiara y descansó la cabeza contra su pecho — Eres mi amiga, idiota. Da gracias que Violeta me convenciera para que no te despertara ayer a las doce de la noche para felicitarte.
— Qué honor — Chiara rio, abrazando a la pelirroja. Descansó su cabeza contra la de Ruslana y suspiró.
— Por fin veinteañera — Ruslana dijo — ¿Cómo te sientes?
— Eh — Chiara se encogió de hombros — Igual que siempre.
— Pues será mejor que te sientas como una princesa en su castillo todo el día — Ruslana advirtió — Porque Violeta está decidida en que tengas el mejor cumpleaños de tu vida.
— La amo — Chiara dijo, con una sonrisa.
— Ya me he dado cuenta — Ruslana se rio — Venga, arriba. Que tienes que desayunar y lavarte el pelo.
— Qué pesada. Pareces la policía del pelo sucio.
— Si te lo lavaras no diría nada — Ruslana dijo.
— Mimimimi — Chiara le sacó la lengua.
— Venga — Ruslana se levantó de la cama, y estiró la mano. Chiara la cogió, y se ayudó de ella para poder incorporarse.
Las dos salieron de la habitación. Ruslana iba detrás, y de vez en cuando intentaba que Chiara se tropezara con sus pies.
— Sigue así — Chiara dijo — Que al final paso mi cumpleaños en urgencias.
— ¡No! — Violeta gritó cuando vio a Chiara en la cocina — ¿Qué haces aquí?
— Vivo aquí — Chiara dijo, frunciendo el ceño.
— ¡Ruslana! — Violeta se limpió las manos en el delantal — Se suponía que tenías que entretenerla en la cama, no hacer que se levantara.
— Ah — Ruslana miró a su amiga — Pues no te he escuchado.
— Vete de la cocina — Violeta apuntó a Ruslana con la espátula — Y tú, mi vida — miró a Chiara — Vuelve a la cama. Tengo una sorpresa para tí.
— Yes, ma'am.
— Te ha llamado mamá — Ruslana gritó desde el comedor.
— Ma'am no significa mamá — Chiara se giró para poder ver a su amiga.
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Mentiras de Jarabe | KiVi
RomanceChiara y Violeta son compañeras de piso, y no se llevan bien. Discuten a menudo, y cuando no lo hacen, se ignoran. Cuando se adelanta la boda de su hermana, y Violeta se niega a ir sola y escuchar a su madre preocupada por su soledad, decide engañar...