Roomies / Satosugu (OS)

unica parte

Y ahí estaba otra vez, satoru llegando con ese rubio y encerrandose en su habitación. A Suguru le gustaba satoru, porsupuesto que lo hacía, después de todo era muy apuesto y amable con el, por esa razón le daba tantos celos que ese rubio pudiera estar con el albino en su habitación, talvez si no fuera por ese chico, ya se habría declarado a satoru hace un tiempo. Nunca sabía que pasaba ahí, en cuanto llegaban decidía salir y no escuchar nada, no quería sentirse más miserable.

Por otro lado estaba satoru, el podría ser muy guapo y todo pero a la hora de declararse era muy estúpido, si, el también gustaba de suguru pero le daban muchos nervios y creía que alguien tan precioso como suguru, lo iba a rechazar, así que aveces llevaba a nanami al apartamento y lo encerraba con el para que lo escuchará hablar sobre el gran enamoramiento que tenia con el pelinegro.

Nanami estaba harto, no entendía como esos dos idiotas no se daban cuenta que ambos se gustaban, ya le había dicho a satoru que se comportara como un hombre y se confesara pero el albino era necio. Hasta que un día simplemente se cansó.

-Dios satoru, ya cállate, esta más que claro que ese chico también está enamorado de ti, si las miradas matarán, yo estaría muerto por la forma en que me ve, se nota que esta celoso cuando llego contigo-nanami dijo todo lo que pensaba hace tiempo-así que deja de hacerte pendejo y confiesate porque yo ya no voy a seguir escuchando tus estupideces.-y se fue de ahí sin darle tiempo al ojiazul de hablar.

Satoru que se había quedado sin palabras, solo miraba la puerta por donde salió nanami, se preguntaba si el rubio tenía razón y debía confesarse, talvez lo haría, pero después de tomar una siesta, claro que si.

Suguru había llegado y cuando entró al apartamento todo estaba muy silencioso, usualmente cuando llegaba, satoru estaba cocinado la cena así que supuso que había salió a alguna fiesta, después de todo era viernes. Fue a su habitación a cambiarse, quedando solo en una playera y en un bóxer negro algo ajustado, no tenía más ropa limpia, lo que le recordó que tendría que lavar al día siguiente. Siguió con su tarea de hacer algo para cenar sin darse cuenta que un adormilado satoru venía saliendo de su habitación.

El albino no se dio cuenta que había dormido tanto, se despertó porque escuchó el ruido de alguien en la cocina, así que se levantó para ir a ver a suguru. Salió de su habitación y se dirigió a la cocina, cuando llegó, no esperaba ver tremenda vista. Suguru con un bóxer que ajustaba tan bien ese lindo trasero que tenia y dejando a la vista sus bien tonificadas piernas, pero lo que le llamo más la atención fueron esos muslos que se veían tan grandes y suaves.

El de ojos violetas estaba tan concentrado que cuando volteó se sorprendió y casi tira su plato de pasta, si no fuera por satoru que se acerco rápidamente y lo tomo antes de caer, ¿ese chico era bueno en todo acaso?, se preguntaba suguru mientas el albino ponía el plato en la encimera. No había notado lo cerca que estaban hasta que satoru volteó a verlo con esos penetrantes ojos azules.

-Hola lindo-dijo el más alto, con la voz ronca por recién despertar-porque no me avisaste que ya habías llegado-no sabía de dónde había sacado el valor de hablarle así, talvez fuera por la excitación que sintió al verlo de esa manera.

-Satoru, creí que no estabas-de pronto el de ojos violetas se sentía muy nervioso, por más lindo que fuera satoru con él, nunca le había hablado de esa forma y tampoco lo había tendido tan cerca.

-Lo lamento, me quedé dormido, al parecer estaba muy cansado hoy y no puede hacer la cena-habló satoru, no sabía que más decir, el tener al más bajo de esa forma lo estaba distrayendo.

-Por estar con el rubio ese seguro-dijo sin pensar el pelinegro, por un momento sus celos le ganaron-lo siento, no se porque dije eso.

-Espera, ¿estas celoso?-preguntó el ojiazul con una sonrisa burlona-no sabía que podías ser celoso, sin embargo, no entiendo porque lo estarías por nanami-satoru quería confirmar lo que su rubio amigo le había dicho hace unas horas.