Encuentro inesperado

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Era de noche, no había nadie en las calles, parecía un apocalipcis zombie, pues todo se veía tan terrorífico y desolado.

La verdadera pregunta era que hacía yo allí a esas horas y la verdad es que me iba a encontrar con alguien que conocí por Internet. Y bueno la verdad es que no fue la mejor idea, me metí en un lugar sin saber dónde era.

Me dijo que nos encontremos directamente en el restaurante, pero a medida que caminaba y me adentraba cada vez más en el callejón que me decía el mapa, me di cuenta que en esta zona, no había nadie. Pero por mi estúpida mente dije

Tal vez no tenía dinero y dijo este lugar porque es barato pero que está ubicado en una zona no muy segura que digamos.

Al llegar veo un cartel que decía  <<Comida rica ¡Oh si!>>  Pero al acercarme veo que el lugar está cerrado pero además de eso estaba en venta, al parecer ese restaurante había cerrado hace ya unos varios meses.

Que estúpida, lo mejor que me puso pasar es eso, hubiera sido peor si realmente hubiera alguien esperándome en un lugar tan sospechoso, realmente a veces me paso de idiota.

Una vez allí, por alguna razon seguí esperando a que mi cita viniera, por lo menos así veía que estaba cerrado, pero nunca llegó, le mandé mensaje tras mensaje pero este nunca contestó. Ya indignada, quise pedir un taxi pero no tenía señal, por lo cual seguí caminando hasta encontrar algún lugar minimante seguro y con luz.

En eso, escucho ruidos de alguien corriendo y tenía todo su rostro cubierto con una gorra y un barbijo.

Es mi fin.

Veo como este se acerca a mi a toda velocidad. A lo lejos veo como otra persona corría detras de él queriéndolo alcanzar.

Oh mierda, es un ladrón.

Llena de miedo, comienzo a correr creyendo que esta persona tal vez me podía hacer algo a mi. Mientras corría, miré para atrás y había aún más personas, pero estas llevaban consigo muchas cámaras, luces y micrófonos.

¿Era una persecución o que?

Al prestar más atención, noto que la persona que iba detrás de mi bajó un poco su barbijo por el cansancio y no paraba de reírse. Lo miré extrada y sin entender nada de lo que estaba pasando.

A lo lejos, veo un pasillo a mi izquierda, que salía hacia otra calle y decidí meterme ahí, el hombre que estaba atrás mío también lo hizo, pero este siguió de largo y yo me quedé.

En un momento, el muchacho asoma un poco su cabeza y me hace señas como para que yo no dijera nada sobre a donde se fue, aún confusa, yo solo asentí. Igualmente la mayoría de la gente que estaba detrás de él, siguió corriendo, solo tres personas se quedaron atrás de todo y me preguntaron si vi a donde se fue el chico de antes, pero yo solo les dije que no vi nada, pero que los demás siguieron de largo y luego doblaron a la derecha. Me dieron las gracias y siguieron con su camino.

Ya tranquila, y sin nadie al rededor fui hacia el lado donde estaba aquella persona a la que todos seguían.

— ¿Por qué te seguían todas esas personas?– pregunté confusa.

— ¿Cómo que por qué? No es obvio? – dijo algo engreído.

— Pues discúlpame, pero no tengo una bola de cristal que me diga todo lo que pasa a mi alrededor – le contesté un poco enojada. Este solo se sorprendió. – ¿Acaso robaste algo?

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