ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 3

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ᴄᴇʀᴄᴀɴɪᴀ
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(ᴘᴏᴠ. ᴇɪᴊɪʀᴏ)

Llegué ese domingo a la residencia con una sonrisa de oreja a oreja, por fin lo había logrado, después de dos semanas debatiendo frente al espejo si era o no adecuado visitar a la señora Midoriya, esa mañana algo en mi corazón me dijo que debía hacerlo.

Cuando salí de la residencia era un manojo de nervios, estaba dispuesto a rogar de rodillas si era necesario, cosa que me pareció extraña, y aun así lo haría sin pensarlo mucho.

Realmente  valió la pena,escucharlo para mi había sido un regalo de la vida. Con mucho esmero guarde su número con el nombre de

-𝙢𝙞 𝙝𝙚𝙧𝙤𝙚-

Por qué realmente él lo era.

Al llegar a la residencia vi a mis compañeros reunidos en la sala viendo una película.

Tome asiento con ellos, y antes de cualquier cosa decidí enviarle un corto mensaje.

-Llegue a la residencia, gracias por lo de hoy! Pero que idiota, soy Eijiro, espero descanses y no te sobreesfuerces entrenando-

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La semana fue tranquila, mis compañeros aún no se adaptan a la ausencia de Izuku, y los entiendo, durante los entrenamientos era él quien se emocionaba por los avances de cada uno.

Todos nos habíamos acostumbrado a pedirle un consejo al llegar a la residencia, era también costumbre verlo en las noches entrenando en el jardín con tanta dedicación y por las mañanas verlo entrar después de su rutina matutina.

Incluso note que Aizawa de vez en cuando dirige su vista al asiento que había sido ocupado por él, cuando lo hace su semblante refleja tristeza y añoranza. Realmente Izuku dejó un vacío en todos.

Para mí, por otra parte,la semana fue maravillosa, tomé la costumbre de enviarle un mensaje cada mañana deseándole un buen día, y por las tardes para preguntar qué tal le había ido.

Aunque las conversaciones eran cortas, me hacía feliz mantener ese contacto.

—Kirishima! ¡Estás en la luna! — Mina saltaba frente a mí para llamar mi atención.

—Perdón, estaba pensando en algo. Qué decías — le sonreí a mi amiga.

—Estábamos diciendo si vendrás el domingo con nosotros? Iremos al cine!- Esta vez fue Denki el que hablo con emoción

—oh chicos, me encantaría pero tengo algo que hacer, lo siento!—me excuse con ellos, los domingos eran ahora mi dia mas esperado, también contaba que ya no se sentía bien estar cerca de Bakugo.

Cuatro pares de ojos se fijaron en mí , era extraño para ellos que me negara en algo, a menos que fuera por problemas muy serios, nunca he faltado a las reuniones o salidas juntos, pero esta vez tenía un motivo mucho más importante.

Denki me miró con curiosidad. Temí que se le metiera la idea de averiguar qué pasaba, si eso hubiese ocurrido lo que restaba de la semana lo tendría detrás de mí.

—¡Esta semana has estado muy feliz! ¿Nos contarás el por qué?—Pregunto Denki de forma picara haciendo que me sonrojara

—oh no es nada Denki, solo me he sentido bien estos días. — traté de restar importancia para que se olvidara del tema.

Agradecí en silencio que se mantuviera al margen de la situación.

El tiempo comenzó a avanzar, los meses pasaron y no fue lo único que avanzó, ahora Izuku también tomaba la iniciativa al enviar mensajes, a veces solo para enviarme alguna foto de él comiendo algo, o en otras ocasiones contándome sobre el nuevo héroe que había conocido, o sobre el como logro mejorar alguna habilidad.

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