Un Viaje y MUCHA Diversión

Día Caluroso

Comenzando a abrir los ojos con lentitud, el entrenador vio que estaba en la cama totalmente desnudo sin nada que lo cubriera, pero algo que lo hizo sobresaltar, era lo que estaba al lado suyo.
La líder luchadora estaba ahí, en un estado, no tan agradable.
Estando boca abajo, tenía sus ojos vendados, su boca amordazada igual con una venda, y sus manos estaban atadas por un cinturón detrás de su espalda.
Todo su cuerpo estaba maltratado, su pelo desordenado daba señal de ser jalado con fuerza, su cuello levemente rojo, tenía ligeros raspones así como pequeños moretones por su espalda, y su trasero estaba muy rojo con marcas de unas manos.
Y como no, su culo y coño habían expulsado una buena cantidad de semen, acompañado de un líquido rojo saliendo de esta última zona.

Asustandose por lo que veía, trató de hacer memoria de la noche anterior, dónde se le vino el vago recuerdo de ella siendo amenazante, dónde paso de una provocación por parte de ella, hasta llegar al punto dónde la violó sin piedad o compasión alguna.
Se sentó aún en la cama y puso sus manos en su rostro, arrepintiendose de lo que acababa de hacer.
Violó a una de sus amigas, y no fue para nada agradable lo que terminó haciendo.
Solo esperaba que ella lo pudiera perdonar.
Aunque al recordar la provocación que ella le dió, su pregunta del por qué regreso, así que suponiendo, y esperanzandose de que le pueda decir, decidió despertarla.

Empezó a quitarle la venda de sus ojos y boca con cuidado, al igual que la liberaba de la atadura del cinturón.
Una vez que la libero de sus amarraduras, la mesio suavemente y empezó a despertarla.

Ash: Maylene... despierta - dijo suavemente.

Con pesadez, sus ojos empezaron a abrirse, pero teniendo su vista bastante nublada.
Teniendo sus ojos entreabiertos, su vista se fue aclarando poco a poco.
Ya con más visibilidad, levanto su vista para encontrarse con la de Ash, que tenía un rostro de preocupación.
Al conectar miradas con el entrenador, se puso algo nerviosa por pensar que se repetiría lo de la noche, pero su rostro le decía que recupero la cordura, pero solo para asegurarse, le dijo.

Maylene: Ash... ¿Eres tú? - le pregunto calmada.

Ash: Si Maylene, soy yo, Ash - le responde.

Maylene: ¿No eres... la bestia que me controlo anoche?

Ash: No Maylene, soy yo encerio.

Tranquilizandose por lo dicho del chico, dejo escapar un supiera de alivio.
Su amigo por fin pudo regresar a la normalidad.

Ash: ¿Te... te encuentras bien? - pregunto preocupado.

Una pregunta tonta a la perspectiva de muchos, pues con solo ver su estado era evidente que no.
La líder solo giro la cabeza al otro lado evitando la mirada de su amigo.
Le genero preocupación al ver que ella lo evitó, pero obtuvo su repuesta.