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Los sentimientos que había desarrollado Bachira por su mejor amigo eran difíciles de conllevar, más si Yoichi tenía sentimientos por otra persona, o eso era lo que Meguru dedujo por la escena que presenció hace unos cuantos días.
Recordaba cada detalle exactamente, el como los había visto en esa situación tan comprometedora y fácil de malinterpretar. Después de todo ¿Quién se encierra en una habitación a solas del resto del equipo? Si no es para ocultar una relación.
Al principio intentó olvidarlo, no tenía porque interesarle nada de lo que pasaba o no en la vida amorosa de sus amigos, pero, le era difícil si estaba realmente enamorado de uno de ellos.
Después de haber presenciado tal momento, no se lo había contado a nadie, ambos actuaban con normalidad, inclusive su amigo pelinegro lo trataba con cariño y demasiado afecto a veces, porque de un día a otro su actitud se volvia fria y seria.
Tal vez debería alejarse un poco más de ambos para que puedan seguir su relación sin problemas, por más que le gustará Isagi no veía posible el arruinar algo así.
Claro que a veces le resultaba muy incómodo el tener que convivir con ambos, siendo el único que sabía lo que "tenian", aunque a su vez el saberlo lo lastimaba de sobremanera, puesto que Yoichi era la primera persona de la que se enamoró en todos esos años.
Pero estaba completamente seguro de que no arruinaría la relación de sus compañeros, él no podía ser tan cruel como para hacer eso.
Era muy doloroso el hecho de que le guste alguien que no le corresponde, pero, le era mejor ver a los demás felices.
Lo que Bachira no sabía era que, toda esa "relación" entre Isagi y Kunigami no era nada más que un malentendido suyo. Después de todo, Yoichi estaba encantado con el de ojos miel y Rensuke estaba trás cierto compañero pelirrojo.
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— La práctica de hoy me dejó agotado. Espero que valga la pena y nos dé buenos resultados en el partido de mañana. — Comentó Chigiri con claro cansancio, para luego beber un poco de agua.
