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Las risas por parte del pelinegro al fin habían cesado, y al contrario de lo que esperaba, el de mechones rubios seguía viéndose incómodo. Se alejó un poco para poder calmar la tensión, todo se sentía raro, no era lo habitual a lo que solía sentir cuando estaba conversando con Meguru.

Cuando tenía esos momentos, los atesoraba con su vida, era tal como si Bachira fuera un oasis en medio del desierto, con él se sentía completamente feliz y pleno, era como si el tiempo a su lado fuera eterno, pero ahora, verlo así se sentía abrumador.

Era tal como si el Sol dejara de brillar y perdiera todo su resplandor, era exactamente eso.

Si es lo que pensabas entonces, estás equivocado, Meguru, yo nunca estaría con Kunigami de esa forma. — Argumentó el pelinegro, tal como si su vida dependiera de aquello, pero aún así el contrario se veía muy confundido.

- ¿Entonces cuál fue la razón para ocultarse del resto del equipo? No es necesario que mientas para quedar bien conmigo. - Esas palabras de parte de Bachira fueron como dagas para el corazón de Isagi, el cual hizo memoria y pudo entender el enojo del contrario.

El silencio volvió a invadir la habitación y para suerte de ambos, Hyoma hizo aparición para romper la tensión.

- ¿Interrumpo algo? - Cuestionó el recién llegado, llamando la atención de ambos.

- No, creó que nada importante. - Respondió inmediatamente el de mechas rubias.

Se levantó del sitió donde estaba sentado y se dirigió al lado del pelirrojo. Dejando a Isagi con miles de palabras y sentimientos sin expresar.

Ambos chicos salieron sin decir absolutamente nada, el restante no pudo ahogar su dolor, con todo aún guardado en su interior, sintió su corazón doler, después de todo, su intención era expresar su sentir a su amigo de ojos color miel.

Tal vez fue el sentimiento de tristeza o el sobre pensar, pero rápidamente cayó dormido.

Por otro lado estaban Meguru y Hyoma, los cuales rápidamente habían iniciado una conversación hasta que de pronto, el pelirrojo tocó un tema que confundió al contrario.

- Kunigami me ha pedido ser pareja, ¿Qué crees que pueda hacer? - Las palabras mencionadas fueron una gran sorpresa para Meguru, quien recordó la risa de Isagi, ¿Esa era acaso la razón de su risa tan repentina en su conversación anterior..?


Pasarón días que parecieron eternos, ninguno de los dos se dirigía la palabra, ni siquiera un mínimo saludo, solían dedicarse miradas, pero al segundo la apartaban, lo que trajo consecuencia como cualquier acción en la vida.

Los entrenamientos no eran iguales, antes tenían una excelente dupla formada, y ahora ellos ahora no podían ni darse un buen pase. Todo eso desánimo en demasía a el resto del equipo, menos a Hyoma, quien sabia que era lo que ocurría y estaba conciente de que quería hallar la solución lo más pronto posible.

Really? | BachisagiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora