Cambios

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Por ahora han pasado 3 años, casi logro pagar toda mi deuda y me llevare al niño de una de mis hermanas que murió al darla a luz, todas estábamos felices a pesar de todo, la dueña peleo conmigo, tuve que aceptar más trabajo para poder darle de comer, mis compañeras y mi hermana me ayudaron a protegerlo y vigilarlo, porque la dueña lo quería vender al primer descuido.

Fueron dos años horribles la clientela bajo, prohibieron la prostitución, aunque eso no iba a detener a la dueña quien convirtió el burdel en una posada con bar incluido, donde servíamos de meseras y bailarinas, eso nos gustó más a todas, aunque los años de maltrato y abuso por parte de la dueña y los clientes no podían desaparecer de nuestra mente, algunas siguieron vendiendo su cuerpo a escondidas de la policía para poder llevarles más a sus familias ya que muchas fueron buscando trabajo para mantenerlos y otras vendidas para pagar deudas familiares.

Yo era el show estelar pues sabia cantar, y eso a los clientes les gustaba, él bebe de mi amiga ya con 2 años me llamaba mama intente que me dijera tía, pero fue en vano, era mi principal espectador ya que era el tras bambalinas que me esperaba con una rosa.

Un día al bar entro un grupo de chicos podría decirse de clase alta por cómo hablar y vestir, un grupo muy peculiar diría yo, eran como dos los que de verdad eran educados, mientras que los otros eran como los mismos animales que visitaban el burdel se reflejara en ellos, aunque se nota que los criaron para ser servidos y nunca servir, había uno que no dejaba de acosarme con chistes u obscenidades de mal gusto que hasta su sola presencia me daba nauseas, se creía superior, mis compañeras peleaban por llamar su atención pero yo tengo un imán para los idiotas.

era su camarera favorita y cuando más tiempo pasaba sirviéndoles más sabia de ellos. 

El dolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora