Enemiga Pública

Cap. III

Llegué al vestidor y me dispuse a cambiarme la ropa, el tiempo era agradable así que agradecí que nuestro uniforme sea un short con una remera blanca; que gracias a los estádares de Japón, el tamaño era pequeño para mi tipo de cuerpo.

Esta vez, nos tocaba compartir clase con compañeros de clases superiores; lo cual emocionaba a las chicas ya que podrían ver a alguien en particular.

-Por fin veremos a Ethan con su uniforme, además de guapo es caballeroso y simpático - los murmúros y risas se escuchaban a lo largo del pasillo del vestidor. Hasta yo ya me sentí emocionada por ver a ese tan misterioso Ethan. Aunque igual, en solo un día ya pude admirar varios monumentos vivientes en el colegio.

Al salir, observé a lo lejos con cual clase nos tocaba, coincidencia o no, era la del grupo de la mañana. 

El comportamiento de los compañeros al ver entrar al grupo de 6 personas cambió por completo, era como un grupo de fans. Pero a decir verdad, la energía y la vibra de ellos se encontraban en otro nivel. Las 2 chicas eran hermosas, parecian diosas, hasta podrías confundirles con idols o modelos, mientras que los 4 chicos no quedaban atrás, y entre ellos se encontraba con el chico que choqué a la mañana, pero, él me daba un sensación distinta, cada parte de mi cuerpo me advertía tener cuidado con esa persona, y mi intuición nunca falla.

Por mi bienestar estudiantil y sobre todo mental, decidí involucrame lo menos posible, ya que al ver la admiración o incluso la obsesión de varios compañeros, si llega a pasar algo malo yo saldré perdiendo; además será más sencillo ignorar que estar discutiendo todos los días.

El profesor tocó el silbato y nos colocó en filas, para así formar aleatoriamente las parejas para el estiramiento. Yo fui al final de la cola, pues al ser nueva también sentía un poco de pena hablar con los demás. Fueron formando las parejas, mezclandosé la clase superior con nosotros, al momento de llegar al famoso grupo de chicos guapos, el profesor detuvo todo.

-Jeanette, tú seras con Ethan- aunque no entendí el porque me eligió sabiendo que era al azar, caminé un poco emocionada porque recordé los comentarios de las chicas en el baño. ¿Será realmente como me lo estoy imaginando?, busqué con la mirada algún muchacho con dichas características, pero mi alegría se desvaneció al ver quien se dirigió a mi.

- Ah... - suspiré- así que tú eres el famoso Ethan - sin darme cuenta hice una cara de disgusto.

- Pues perdón - refunfuñó- se ve que estabas esperando a otra persona

- Lo siento - lo miré - comenzamos con el pie izquierdo, así que llevémonos bien a partir de ahora - le sonreí

Esperaba alguna respuesta, pero solo se quedó callado, mirandome fijamente. 

Comenzamos los ejercicios de estiramiento, en el cuál era necesario que el hombre te agarre para evitar algún tipo de caídas, la firmeza con la que me agarraba me hacía sentir pequeña, como si él tuviera poder sobre mí, no me dirigió la palabra en todo los ejercicios, solo sentía como acariciaba cada parte de mi cuerpo y fijaba su mirada en mis piernas.

- Oye que te .... - antes de enfrentarlo, comenzó a bromear con los demás chicos, haciendo imposible que pudiera siquiera decirle algo. 

Para terminar la clase, tuvimos que realizar calentamiento en parejas, el cual consistía en saltar la cuerda, correr, hacer lagartijas y abdominales, en el quinto set que me tocaba saltar, ya no podía más, estaba sudada, mi respiración agitada y con las piernas temblando, en cambio él estaba como nuevo. 

Terminando el sexto set me tiré al suelo.

-Azlo tú, si lo hago una vez más capaz me dé un paro - Ethan se acercó - Le diré al profesor que te cambie de pareja o que lo hagas solo Ethan, yo ya no puedo.

Nuevamente no dijo nada, levanté la mirada y me tope con que estaba viendo mi cuerpo empapado de sudor. 

-¡Siquiera di algo imbécil! - grité, intenté levantarme pero no podía más. 

- Si sigues gritandome el próximo que te deje así seré yo - lo dijo para que solo yo lo escuche, se fue tirando la una botella al piso con rabia, ¿acaso  estaba amenzando con pegarme?, él fue el que me estaba viendo de una forma obscena. El profe pidió si alguien podía ayudarme, pero el ambiente cambió rotundamente, la mirada hacia mi persona era de desprecio, como si fuera que el error lo cometí yo, pero ellos no vieron cuando él sobrepaso los límites.

- Tranquilo profe, yo le llevo a la enfermería - era una de las chicas de ese grupo, no me sentía comoda con lo que estaba pasando. Me levantó del brazo ejerciendo mucha presión. - Es mejor que te calmes, si no quieres que las cosas empeoren - susurró, me quedé callada y la seguí frustrada,  ¿las cosas pueden ir tan mal en el primer día?.