Object Permanence (Traducción)

Object Permanence.

Advertencias: Pensamientos intrusivos.

Creador: mothmanslover

Comienza poco a poco, como todas las cosas.

Reigen se despierta en su apartamento con una calidez en la punta de sus dedos. Abre los ojos y ahí está, Ekubo anidado en la palma de su mano como si estuviera demasiado cerca de una llama abierta.

Todo lo que puede hacer es mirar fijamente. Formar un puño no encuentra resistencia. Ekubo se revuelve.

Reigen descubre que no recuerda la última vez que se despertó junto a otra persona. Se da vuelta y se acurruca en posición fetal.

El calor retrocede. Acepta lo que suceda después.

Ekubo se acerca, estirándose perezosamente. Mira a Reigen de arriba abajo.

"Oye. Uh. ¿Qué estás haciendo?"

Los dientes de Reigen castañetean y se cubre los ojos. "Malos sueños." O una pesadilla despierta.

Hace una mueca y recuerda su tiempo en la televisión. Esta vez imagina un programa de juegos. Luces brillantes, público rabioso, el teleprompter en cortocircuito. Él mueve la muñeca y se seca el sudor de la frente. El presentador lo mira con la fuerza de mil soles y una pregunta arde en las pantallas.

¿QUÉ HACER CUANDO ESTÁS MUERTO E INCORPÓREO?

No se presenta ninguna respuesta.

Se descubre los ojos y mira a Ekubo a la cara.

"¿Tienes que dormir en mi habitación?" Finge disgusto, algo parecido a una posesión se enrosca en su pecho.

No es que él lo supiera.

"Shigeo me echó y entiendo por qué." Se encoge de hombros. "Ya conoces a los adolescentes y el espacio personal."

"Una cortesía que no me han brindado, supongo."

"¿Por qué debería ser cortés contigo, de todas las personas?" Ekubo se sienta en la almohada junto a su cara. "¿Quieres cortesía? Tu alarma no sonó y llegas 20 minutos tarde."

Cualquier sensación complicada es rápidamente reemplazada por las prisas de la mañana.

"Oh. OH. Joder."

Reigen arroja una bola de arroz en su bolso, una tostada en la tostadora y comienza a buscar en su apartamento un par de calcetines del mismo largo. Ekubo observa con cierto grado de diversión.

De vez en cuando llama su atención y de vez en cuando aparta la mirada intencionadamente.

Los calcetines son localizados. Su corbata está torcida. La tostada queda en la tostadora, quemada.

No le parece doméstico hasta que está a mitad de la cuadra, Ekubo narrando las noticias de la mañana mientras él corre.

.

Su primer cliente es un hombre de mediana edad, desagradable, un poco más arrogante de lo que Reigen quiere atender. Es bueno con la gente, o al menos le gustaría pensar que sí, pero sus días de lamebotas le resultan cada vez menos naturales.

Desafortunadamente para Reigen, este hombre esperaba un lamebotas. Se sienta en la silla designada para el cliente, el té se derramándose mientras se cruza de brazos y se aclara la garganta.

Ekubo se cierne sobre su cabeza, luciendo un poco enojado.

"Creo que merezco un descuento." El hombre escupe en su taza. "Llegas tarde."