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(Capítulo algo largo, pero juro que vale la pena 🫶🏻 )
AVERLYN SE REINCORPORÓ CON UN GRITO AHOGADO DE MIEDO. SUS OJOS estaban cubiertos de miedo. Respiró profundamente mientras apoyaba su espalda contra el respaldo.
El recuerdo de aquélla noche la la perseguía y la atormentaba una vez que el sol se escondía y llegaba la oscuridad. Pero los días en que se acercaba la luna llena era mucho peor. Era como si su cuerpo y mente ya estuviera intentando prepararse para la luna llena. Y con eso la ira y el mal humor comenzaba a llegar.
Cada mes la misma agonía, el mismo dolor..., la misma culpa. Esa horrible sensación en el pecho que se siente como fuego que quema todo su cuerpo, y tu alma quiere salir corriendo. Pero lo peor era la culpa, y cada mes estaba pagando por ella, y lo seguirá haciendo por el resto de su vida.
Averlyn creía que se lo merecía.
Creía que se merecía sentir como cada día la luz de la esperanza se desvanece, dejando así solo un huella que solo ella podía palpar.
Cerró los ojos con fuerza. Inhaló y exhaló para intentar calmarse. Al segundo después, su alarma comenzó a sonar. La apagó y se levantó de la cama caminando a su clóset. Pasó prenda por prenda, hasta que se detuvo en una en especial.
Era el traje de Elijah.
La chica aún no lo mantenía guardado. Lo tenía desde la primera vez que lo conoció.
Sin darse cuenta, empezó a sonreír bobamente.
[...]
Averlyn salió del hospital luego de la visita a Caroline por su padre. En este instante estaba hablando por teléfono con Elena.
━ ¿Tu una asesina? ━ la azabache soltó una risa. Elena le había contado que la sheriff Forbes encontró huellas del asesino, y resulta que pertenecían a Elena.
A unos metros, Elijah sonrió al ver la imágen. Le resultó inevitable. Permaneció unos segundos registrando cada detalle de su rostro. El sonido de su risa era hipnótico.
Sus ojos no parecían querer mirar a alguien más. Nunca había visto a nadie tan hermosa y perfecta como ella. Le resultaban imposible que alguien no se diera cuenta de su belleza, y si lo hicieran, no habría palabras que le hagan justicia
El tumulto en su mente pareció apaciguarse al ver a la chica ilesa.
Mientras estaba con la daga sus pensamientos eran invadidos solo por Averlyn Lockwood, lamentándose de haberla dejado sola. Se preguntaba constantemente si estaba a salvo, si su hermano se atrevió a lastimarla y el no estaba ahí para protegerla. Pero también su imágen y su recuerdo se aseguró de que nunca se quedara atrapado en una pesadilla mientras estaba con la daga.