Gelda

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AL DÍA SIGUIENTE:

-¡Que hermoso día!

Exclamó cierta rubia mientras se levantaba de la cama y estiraba sus brazos, era un lindo día.

Así que se acercó a la ventana y abrió un poco las cortinas, sólo un poco, para que los rayos del sol iluminaran la habitación.

-Zel, es algo extraño que está vez no madrugaras como siempre -bromeo-

Pero no recibió respuesta, sólo algunos suspiros bajo la manta.

-¿Zel? -acercándose hacia la cama y destapandolo un poco, al parecer estaba dormido pero respiraba agitadamente como si sintiera algun tipo de dolor, asi que ella poso suavemente su mano en la frente del pelinegro- ¡por los vampiros! ¡estas ardiendo en fiebre!

Eso fue suficiente para que Gelda se pusiera nerviosa y se acercará hacia la mesita de noche, empezando a rebuscar y a tirar todo..hasta que lo encontró, sin más se dirigió hacia el baño con el pañuelo que había cogido y empezó a mojarlo cuando termino se dirigió de nuevo hacia la cama en donde estaba Zeldris y colocó el pañuelo en su frente, tenía que mantenerlo en temperatura.

-Tranquilo Zel, porfavor esperame, buscaré un doctor ¡no tardaré!

Y salió de la habitación, empezó a correr por los pasillos hasta que se chocó contra cierta albina.

-Auch, ten más cuidado -acomodando su cabello- ¿por qué corres de esa manera?

-Elizabeth -agarrandola de los hombros- porfavor busca a un doctor, llámalo, tiene que venir ¡ahora! ¡ahora! -grito, sacudiendo a la contraria debido a su desesperación-

-Ya he lidiado con esto antes -murmuró Elizabeth, recordando a Melidoas- a ver Gelda, primero debes de calmarte, tranquilizate y respira

La rubia sólo hizo lo indicado y empezó a tomar largas respiraciones.

-Ahora, cuenta hasta diez..y encuentra tu paz interior

-Uno..dos...tres...cuat...¡NO TENGO TIEMPO PARA ESTO! -sus ojos rojizos brillaron- ¡NECESITO UN DOCTOR AHORA! ¡ZELDRIS PUEDE MORIR!

-¿Que? -soltó Elizabeth extrañada-

-¡Tienes que llamar a un doctor, ahora! ¡o indicame uno y yo lo buscaré! -desesperada-

-Esta bien, está bien, le diré a mi padre que llame al doctor de nuestra familia real.
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1 HORA DESPUES:

El doctor finalmente se encontraba en la sala del castillo, conversando con Elizabeth, Gelda y Meliodas.

-Fue una fiebre un poco alta..más que lo normal se podría decir, esto se debió a que al parecer se encuentra algo estresado, pero es lo de menos, les pediría que no lo sometan a un ambiente tan pesado o estresante, y menos que sobrepase sus límites o fuerzas despues de todo es un omega, si sigue así podría sufrir de anemia o tuberculosis -informó el doctor serio- si fuera posible es mejor que se retire a un ambiente tranquilo..como el campo, por ahora dejenlo descansar.

-Muchas gracias, doctor -agradeció la albina-

-Un placer servirla de nuevo princesa -hizo una reverencia el doctor, luego tomo su maletín y se fue, salio del castillo-

-Muy bien no es tan grave, no debiste exagerar Gelda -sonrió Elizabeth- ahora que todo esta bien, ya todos pued...-interrumpida-

-Todo esto es tu culpa -hablo Meliodas señalando a Gelda-

-¿Mi culpa? -molesta- ¡estaba tan preocupada, y lo sigo estando!

-¡Preocupada por beberte su sangre! -exclamo molesto-

PɆDA̷ZØSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora