--Así queeeee...¿Redención?
Cuestiono la fémina con su mirada fija en la princesa del infierno una vez esta le explico el porque de la existencia del hotel ¿le parecía ridículo? Totalmente y se lo aria saber sin pelos en la lengua
--Así es!!!
--Es algo...Ridículo sin ofender su majestad pero ¿que te hace pensar que tu idea funcionara?, no hay bases solo es un experimento colgando de un delgado hilo ¿quieres que los demonios sea buenos?, bien, pero nadie vendrá si no tienen seguridad de que su método funciona.
Cada palabra abandonaba los labios de la felina con seriedad y burla aunque sin perder el debido respeto y porte ante la heredera del trono del infierno, luego de una breve pausa volvió a hablar
--No hay nada que salvar en ese montón de mierda, su oportunidad fue la vida que tuvieron y el resultado fue acabar aquí, me disculpo si mi forma de pensar no se apega a la suya pero yo creo que lo que se hizo no se deshace, la mierda echa, echa esta y punto
La felina sintió una penetrante mirada proveniente de un demonio de colores rojos del cual emergía un sonido de ¿estática? Oh ese sonido que hacen las radios antiguas
--Yo...comprendo tu pensamiento pero no sabremos si no funciona si no lo intentamos
--intentar? Así que eso son para usted estos pecadores que tiene aquí? Intentos? Conejillos de indias para sus ideales? En ese ca-
La felina no acabo sus palabras debido a una repentina punzada en la zona de su cuello, al bajar la mirada se encontró con una lanza divina apoyada en su cuello de manera que un pequeño y fino hilo de sangre baja de este, ante esto la felina retrocedió colocando una mano en la pequeña herida de su cuello
--Tsk......no dañes la mercancía cielo
Menciona esta con algo de enojo mientras limpia la delgada línea de sangre y de paso pasa sus manos por su cuerpo de forma sensual al momento de llamarse como "Mercancia" aunque, al final, eso era ¿no?, era mercancía a la mano de valentino le guste oh no, si, eso era......mercancía
--Oye vagina mas cuidado
Estas palabras salen del afeminado demonio araña mientras pasa sus dos brazos superiores en los hombros de la felina y uno de los brazos inferiores se dirige a su mano para así retirarla y comprobar que los daños en su cuello no sean notorios, no quería imaginar la reacción de su jefe si veía su mercancía así, si bien la demonio no perdía ni una pizca de su atractivo por esto su jefe era alguien caprichoso y impredecible