Observado

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El oscuro espacio, era todo lo que veía, planetas con estrellas, lunas con planetas, agujeros negros, enanas marrones... Todo era tan repetitivo.

Conocía a varios, pues interactuo con muchos, aunque ninguno le llamaba la atención, todo era malditamente igual a lo otro. A veces simplemente se quedaba pensando, observando a la nada vista.

¿Para que fuimos creados?

¿Por qué tuvimos que serlo?

¿Cuál es nuestro propósito de estar con vida?

¿Sufrir es vivir?

Sus preguntas sin respuesta pasaban libre por su mente, esperando por algo nuevo que ver. Un planeta errante, estos planetas de esta categoría son difíciles de sorprender.

¿Cómo puedes impresionar a alguien que ya a visto todo?

Su tamaño sorpresivamente grande intimida a otros planetas más pequeños y sorprendía a otras estrellas, Dormir le gustaba, o lo que sea que hiciera cuando cerraba los ojos, su mente se liberaba y dejaba de pensar en lo agobiante que es tener una vida sin propósito alguno, sin rumbo, un sufrimiento que te carcome día por día, tan lentamente que no notas este cambio en ti.

"La vida es tan aburrida"

Pensaba diariamente, estar flotando en el espacio, en un frío extremo, una soledad abundante, intentaba distraer su mente de la locura del espacio.

Habia visto a muchos caer en demencia total, no importaba si estaban en un sistema o no, para esos planetas, ya seas grande o pequeño, debían sobrevivir día a día, matar o ser asesinado.

Siempre le dió pena las lunas de esos planetas.

Habían algunas que contraían la misma locura de su planeta, como una enfermedad, otras eran víctimas, que lastimosamente morían, suicidándose o su planeta terminaba con ellos. Uno se comió a propia luna, sacando sus extremidades con sus dientes, para dejar al último la cabeza, recordaba tan vivido sus gritos de agonía, suplicando que pare, los otros planetas no ayudaban, solo observaban con asco como el pequeño se desangraba. Quería ayudar, pero su cuerpo no se movía, sus gritos, su lloriqueos inservibles, el planeta, quien había visto que amaba a su luna con toda su alma rota... ¿Por qué todo lo bello terminaba de una forma tan despiadada?

Había visto de todo.

Se habia separado de todos, no quería seguir viendo cómo pequeñas víctimas eran abusadas de maneras horribles.

Todo como una secuencia sin fin.

Deteriorando vidas insipidas, mientras más caigas, más sobrevives.

Y él no es de los que sobreviven.

A lo lejos, vio otro sistema, ocho planetas, sorprendentemente completos... Algo bastante poco visto a su perspectiva.

Se acercaba con cuidado, las estrellas suelen percibir cuando algo viene, odian que les robes su lugar, ser atacadas.

Dos gigantes de hielo.

Dos gaseosos.

¿Cuatro o cinco? Planetas rocosos.

Uno completo, que no parecen todavía estar en imprudencia, se acercó, le gusta ver y observar, lo nuevo ya no es su admiración.

Muchas lunas, no es de esperar, pero es bonito como aún hay planetas que aún no son prisioneros del desequilibrio en sus mentes vulnerables.

Sus ojos se clavaron en algo particular.