Capítulo 1

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Nop, no estoy muerto, bueno solo un poco, estoy en los exámenes finales y joder que dolor de orto.

¿Será hora de dejar mi sueño de ser docente y dedicarme a ser actor porno?

Me gustaría, pero ¿Quién contraria a alguien con la pija de 3 centímetros?

¿Porque no nací siendo Jordi? Que inyusticia.

Bueno ya dejemos de boludeces.

Está es una historia que tenía guardada desde ¿2019? Nunca la publiqué porque bueno nada, estaba demasiado prendido en Ronin (ojo aún la abandonó, de hecho, volví es escribirla, desgraciadamente hubo un problema con mi computadora que me hizo perder 23 mil palabras de Ronin (4 capítulos) y 19 mil de 'Una llegada inesperada' (Cinco capítulos).

Ese día me quise cortar la pija de la bronca, pero bueno me pasa por pelotudo y subirlo a la nube.

En fin, ahora quise compartir esta historia, para no dejarlos sin nada ahora en diciembre y mostrar que aún estoy activó.

Aún les debo un especial de Ronin para el 18 de diciembre, aún no lo olvido.

Como tampoco olvidó lo difícil que es ser pobre en Latinoamérica.

Pero buennoooo… gente nada es como uno quiere, o sino yo ya sería doctor o policía, y al final tuve que ir por la docencia, vaya mala decisión, pero bueno era lo más barato.

Una nueva historia que espero tengan éxito que las demás historias que he escrito hayan tenido.

Por ahora solo empecemos.

Disculpen los errores ortográficos.

"hablar" personaje hablando.

"Hablar" personaje pensando.

"Hablar" nombres de las técnicas.

(Hablar) palabras del autor o aclaraciones.

############ Cambio de escenario o lugar.

Capítulo 1: renacimiento…

Estaba impregnado de aburrimiento.

Sea lo que significaba esa frase que había leído de un manga, que la verdad, lo identificaba y mucho.

No recordaba mucho de su niñez, solo que fue un niño más en el tercer mundo dejado en un orfanato a una edad temprana.

Pero nunca mostró interés por eso.

Tenía mejores cosas en que pensar.

Cómo en ramen o pastel, amaba las dos cosas, aunque el Ramen le gustaba un poco más.

Pero también había otra cosa que llamo poderosamente su atención.

Combates.

Las pocas veces que podían ver televisión, siempre le encanto ver animes Shonnen, en específico las de peleas.

Aunque era algo normal en niños pequeños, al menos eso era lo que pensaba él, pero cuando intentó implementarlo con sus demás compañeros de orfanato, pues todo terminó con un simple empujón y ellos llorando en las faldas de las monjas que los cuidaban.

Tuvo que limpiar toda la semana, todos los pisos del orfanato por promover peleas.

Tal vez el pelear no era tan bueno como pensaba, porque ahora se encontraba más solo que nunca ante el miedo de los demás niños, que parecía temer que les hiciera daño.

Bah maricas.

Aunque se consideraba a sí mismo como un buen niño, no tenía pelos en la lengua para decir lo que pensaba de los demás.

RenacimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora