Renacimiento

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Entre todas las historias que tenía que actualizar, necesitaba hacerla con esta, para al menos darle un final a lo que sería la saga de la llegada de Bills a la tierra, que aunque no sea tan larga como me hubiera gustado, al final de cuentas estoy satisfecho con el resultado.

Espero los guste y disfruten del capítulo.

Disculpen los errores ortográficos.

"hablar" personaje hablando.

"Hablar" personaje pensando.

"Hablar" nombres de las técnicas.

(Hablar) palabras del autor o aclaraciones.

############ Cambio de escenario o lugar.

Capitulo 14: Un dios…

Bills era un dios simple.

Le gustaba dormir décadas.

Comer comida deliciosa.

Pelear.

Y tal vez un poco el tejido, era un Hobbit que la verdad le gustó desde hace algunos siglos.

Pero como todo dios, en su larga existencia, sentía que ya pocas cosas eran un verdadero desafío, no recordaba la última vez que un guerrero le había dado un reto que complaciera su hambre de batalla, y eso era algo que le molestaba.

Tanto que prefería dormir décadas, antes de perder el tiempo viajando planeta por planeta, buscando un desafío que valga la pena.

El trabajo del dios de la destrucción era simple.

Elegir cuáles mundos ya han estado suficiente tiempo en el universo, para destruirlos y que nuevos surjan para seguir con el ciclo sin fin.

Destruir miles de trillones de vidas, para que en los futuros millones de años nuevas vidas tomen su lugar.

Bueno, también estaba el trabajo de destruir aquellos seres, que solo buscaban destrucción sin sentido, mundos al azar que aún tenían mucho por vivir.

Ya tenía a un peón que hacía ese trabajo.

Pero ahora estaba muerto.

Y fue una sorpresa para el saber, que Freezer, el heredero de los demonios fue asesinado por un Saiyajin, una especie… bastante curiosa, inferior a la demonio del frío o los Feurod.

Aunque cada milenio apareció uno que sobresalía de los demás, el Súper Saiyajin Legendario.

Nunca se enfrento a uno, ese era el trabajo de los Kaio-shin, que al parecer mataron al último hace un milenio.

Fue una pena que haya estado dormido, le hubiera gustado enfrentarse a el.

Pero ahora tenía una segunda oportunidad.

Rara vez tenía sueños, y rara vez se cumplían.

Pero estaba seguro de que esta visión, de un guerrero que le iba a dar un verdadero desafío, uno que le haría sentir de nuevo esa chispa que hace milenios se había extinguido.

El Súper Saiyajin dios.

Sin embargo, estaba empezando a pensar que esto no lo llevaría en ningún lado, el primer Saiyajin que se enfrentó, tuvo varias transformaciones que al final no recibieron ni como calentamiento.

Ahora estaba en la tierra, en búsqueda del príncipe de los Saiyajin, en un planeta llamado tierra, bastante joven para los estándares universales, aún están sus primeros millones de años de desarrollo.

Era un buen planeta, no tenía que destruirlo, a menos que hagan algo que le irriten.

"¿Tu eres Vegeta?" Bills le dio una mirada de arriba abajo al príncipe, qué estaba tan tenso y rígido que parecía que en cualquier momento se derrumbaría, "Parece que me recuerdas"