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— ¿Qué es esto?
— Es un corazón, TaeHyung, obviamente. Un corazón de porcelana, si quieres precisión.
TaeHyung suspiró — Sí, puedo ver eso. Pero ¿por qué me lo darías?
La mirada de JungKook se suavizó por un segundo, antes de desviar su atención a su experimento actual.
— Hoy es Día de San Valentín, pensé que sería apropiado.
Cuando TaeHyung no respondió, continuó, tratando de ocultar su decepción.
— No tienes que quedártelo si no te gusta. Yo... — pero fue interrumpido por un par de labios presionando contra los suyos.
— Eres un idiota — dijo TaeHyung con una sonrisa, mordiendo ligeramente el labio inferior de su novio — Me encanta, así que deja de preocuparte. Solo me sorprendió — inspeccionó su regalo, frunciendo el ceño — ¿Está hueco? Se siente como si hubiera algo más adentro.
— Bueno — JungKook se retorció en su asiento — Lo hay. Puse un papel con algo escrito. HoSeok me dio la idea. Dijo que podía llenarlo con pequeñas notas dobladas sobre cosas que pienso de ti; cosas sobre nosotros.
— Esa tiene que ser la cosa más romántica que hayas hecho. O bueno, la única, pero ciertamente no me voy a quejar después de esto — pasó sus dedos por el cabello JungKook, incapaz de evitar que la sonrisa se extendiera por su rostro — Pero nunca podré ver lo que escribiste — hizo un pequeño puchero.
No era como si no supiera lo que JungKook sentía por él, pero aun así se moría de ganas de leer el papel, sabiendo que los pensamientos y sentimientos de JungKook estarían dentro del pequeño corazón que descansaba sobre sus manos, sin poder mirar.
— Estaba pensando que podría usarlo como — JungKook frunció el ceño y tomó la mano de TaeHyung, entrelazando sus dedos — Si me pasa algo, o si alguna vez te sientes particularmente molesto por algo y no estoy allí para consolarte, o si es mi culpa, pero espero que nada de lo que pueda hacer te afecte tanto, puedes romper el corazón y mirar las notas. Espero que te hagan sentir mejor, al menos un poco.
TaeHyung, incapaz de formar pensamientos coherentes, simplemente se inclinó hacia adelante, enredando una mano en la nuca de JungKook para acercarlo más, y lo besó intensamente, con la esperanza de transmitir todo lo que estaba sintiendo.
No hacía falta decir que el experimento de JungKook se abandonó por esa noche.
