La verdad es (algo que Aoi nunca admitiría en voz alta) que las hashira son un dolor de cabeza; son el peor tipo de pacientes, se niegan a dejar que los kakushi o las chicas los toquen, y por lo general hacen un trabajo horrible cuando tratan de cur...
Tanjiro inhaló el olor a Glicinas en el camino hacia la finca del Patrón, la amable Kasugai de Tokito, Ginko. Lo estaba guiando para allá.
El chico sonrió por lo habladora que era el animal, sus largas pestañas lisas, pico largo refinado, con sus plumas totalmente negras y esponjoso pecho la hacian elegante, la cuerva iba en su hombro; se veía emocionada con interactuar con el humano.
"Eres una Kasugai muy amable y hermosa, Ginko." El ojirubí exclamó, acariciando la quijada de la hembra.
Esta soltó graznidos satisfecha, las manos algo callosas por el ejercimiento en su trabajo no eran suaves, pero son cálidas. Terminó por inclinarse al toque bondadoso del mayor.
El camino era largo, estaba adornado por piedras lisas, sus pasos era lo único que se escuchaba. Los árboles de Glicinia los cubrían del sol, unos pocos petalos cayendo al suelo indicando que pronto iniciaría la bella primavera. Tanjiro reía por los chistes de la ave, el ambiente estaba animado y tranquilo.
" ¡Kaw, Kaw! Ahorita llegaremos, Tanjiro" El pájaro dijo, señalando con su gran ala la distanciada finca que se encontraba frente a ellos a unas cuantas cuadras.
El mencionado suspiro tembloroso, debería mentalizarse antes de entrar a aquel lugar, algo no le daba buena espina.
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Las charlas cesaron ante la entrada del Líder de los cazadores de demonios. Su aura serena brindaba aires de tranquilidad a las nueve personas presentes.
En movimientos rápidos, todos se arrodillaron mostrando respeto, el silencio reinaba en aquel espacio, los árboles con sus hojas verdosas brindaban sombra y fresco a las figuras de los cazadores.
Los Kasugai volaban en forma de círculo arriba de sus dueños, vigilando el entorno.
El hombre tenía sus manos sobre la de sus hijos, quienes lo guiaban a las afueras de su hogar. Con una sonrisa en su rostro recibió a los Hashiras.
" El día esta hermoso, ¿No lo creen mis niños? " La calma en su voz estaba presente.
" Sea bienvenido Oyakata-sama, esperamos que siga gozando de su salud. " Dijeron al unísono todos los espadachines.
Un tarareo salió del hombre mayor, asintiendo positivamente. " ¿Pasó algo con la atención médica o las misiones? " Habló el peli negro, con la primera sugerencia refiriéndose a cierto enfermero.
La pilar del insecto negó. " El número de ayudantes en la finca mariposa ha incrementado, hacen un trabajo excelente. " Exclamó con una sonrisa, orgullosa de sus asistentes. " Sin embargo, parece que mis compañeros tienen una sugerencia relacionada a mi asistente más leal. "
" Muy bien. Soy todo oídos mis niños. " El Kagaya dió una sonrisa de labios cerrados.
" La mayoría de nosotros, queremos que el enfermero de Shinobu, Tanjiro. Sea el nuestro personal, solo para los Pilares. " Explicó Tengen, cerrando su puño con una sonrisa egocéntrica.
Ubuyashiki parece pensarlo, su expresión neutral con sus dedos sobre su quijada. " Tengen, para eso tendríamos que hablarlo con Tanjiro-kun. Si él se niega me temo que no podré cumplir sus deseos. "
" En realidad, Oyakata-sama, Tokito-san envió a su cuervo para que trajera a mi chi-, Tanjiro. " Rengoku tose para cubrir su sonrojo al soltar el apodo que le tenía al ojirubí.
" Maravilloso, entonces esperemos a Kamado-kun. "
No pasó un segundo, hasta que el cuervo de Mitsuri anunció la ansiada llegada del Kamado mayor.
Su haori de cuadros se balanceaba a la dirección del viento, su figura cubierta de pétalos glicinia adornaba en su persona, el cabello, despeinado estaba siendo tocado por la ala de Ginko, (Tokito casi le tira una piedra al ver eso) y por último sus ojos rubí que hacían contraste con la luz del sol, un destello hermoso descansaba en sus orbes con su sonrisa perfecta plasmada en su rostro.
La mayoría se sonrojo ante esa imagen, la sola presencia de aquel chico provocaba emociones fuertes en todos los espadachines. Aunque algunos como Shinazugawa y Iguro negaban repetidamente.
Con velocidad, Tanjiro se inclinó en forma de respeto hacia el patrón.
" Muy buenos dias Tanjiro-kun, ¿Cómo te va en tu trabajo? "
" Demasiado bien Oyakata-sama, se ha logrado salvar pacientes de heridas letales y la mayoría de los pacientes están mejorando gracias a las medicinas de Shinobu-san y la ayuda de Aoi-san con las niñas. " Respondió con su labio inferior temblando, se sentía indefenso con las miradas de los pilares sobre el.
En el caso de Mitsuri y Shinobu, que lo veían con orgullo al lograr resultados asombrosos con sus pacientes.
" Ya veo, gran trabajo, Tanjiro-kun " Comentó con una sonrisa, escuchando un débil agradecimiento por parte del pelirrojo. " Como verás Tanjiro-kun, tu presencia se debe por sugerencia de los pilares, ellos quieren que seas su enfermero personal. ¿Cuál es tu respuesta ante ello? No tienes que aceptar si no quieres. " Dice con una mirada calmada.
El mencionado se sorprende, por un momento el miedo pasa por sus ojos, pero consigue disimular, la mirada de los cazadores sobre él lo presionaba horriblemente.
No sabría que decir, una parte de él quería negarse, pero su otra parte dice que debería aceptar, no le gustaría dejar de ayudar a los demás, se sentiría culpable.
" Necesito un tiempo para pensarlo, Oyakata-sama. " Se muerde el labio inferior con sus orbes dilatados, el olor a tristeza e inquietud estaba por el aire, posiblemente venía desde los Hashiras por no escuchar una respuesta positiva.
Sin embargo, la esencia del patrón estaba fresca, como si su respuesta fuera algo normal, recibió una sonrisa por parte del mismo. " No te preocupes por ello, Tanjiro-kun. Pero en dado caso que tengas tu respuesta lista, será mejor que lleves un cuervo Kasugai contigo. " Hizo un click con sus dedos, y un pájaro de pelaje blanco se posó en su hombro.
Unos murmullos se empezaron a escuchar, ¿Desde cuando existían los cuervos blancos en la sede? Eran raros en su especie.
" Este cuervo es único en su especie, será el tuyo personal " Suspira apoyándose un poco más sobre sus niños, el cansancio estaba carcomiéndole.
" La reunión se ha dado por terminada " Amane apareció, apoyando al patrón sobre su hombro y ayudándolo a caminar a los adentros de la finca.
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Supongo que el otro ahora si será el último.
No me maten por la tardanza, la inspiración me hacía demasiada falta en esta historia, era muy difícil para mi buscarle continuación.
Ya al próximo tendremos más interacción entre Kamado y los pilares.
