¿Amor? o ¿Obsesión?

Capitulo III

-¡Maldita sea!—exclamo enojado un detective rubio— ya un maldito mes y nada que se sabe de Oda.

-Ya Kunikida_san—un pelinegro trata de calmar a su superior— hay que seguir buscándolo no pudo desaparecer así como así.

-Tu también deberías de tranquilizarte —un pelinaranja— y si le preguntamos a los niños.

-A los hijos pequeños de Oda_san—murmuro— es buena idea,Tanizaki me acompañas.

-Si ire —respondio el pelinaranja para poder acompañar a su pareja a ver a sus hermanos menores-—y de paso le preguntamos a los niños si saben algo.

-Vayan con cuidado —aconseja el rubio a los dos— no quiero que ustedes dos también desaparezcan.

-Si iremos con cuidado Kunikida_san—responde Akutagawa.

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-Solo dime ¿qué no hiciste ninguna tontería?—dijo estresado Chuuya— ¡Solo dime maldita sea!.

-No hize nada malo Chuchu—con una sonrisa— no te preocupes.

-¡Maldita sea! La agencia ya empezó a moverse para buscar a ese detective y si no haces algo se vendrán directamente aquí.

-Eso no sucederá —dijo con una sonrisa— deje que Oda fuera a ver a los niños hoy y mandé a Gin para que lo vigilará.

-¿No crees que ella nos traicionara?—pregunto Chuuya— bueno es tu estúpida decisión mantener a ese detective en esta organización—para retirarse de la habitación del castaño ya que lo había ido a buscar—pero regresa a tu oficina para que hagas el resto de tu papeleo.

-Si lo se es mi culpa pero..... No dejaré que nadie me lo quité—algo serio—y tal vez más tarde me aparezca por la oficina.

-¿Porque no lo dejas en paz?—otra figura en el espejo apareció— Odasaku se debe estar sintiendo falta con lo que le hiciste.

-¿Pelirrojo? Ahora resulta que hay un yo pelirrojo —exaltado no era la primera vez que sus otras versiones lo visitaban pero si era la primera vez que aparecía el— y ya les dije que a ustedes no les interesa lo que yo hago en esta dimensión.

-Pero no te importa la seguridad de Odasaku —enojado—¿Que te cuesta entender que Sakunosuke no te ama?.

-Ahora te pregunto —viendo la fila de papeles que tiene al frente—¿Porque debo de ser el único que no tiene el amor de Odasaku?.

-Eso no lo se—decepcionado— solo espero que Odasaku no te odie más de la cuenta, más de lo que te odia actualmente.

Con esas palabras la otra versión que estaba en el espejo desapareció para dejar solo nuevamente al castaño el cual esas últimas palabras estaban retumbando en su mente.

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-Oda_san —le habla Gin— ¿Se encuentra bien?.

-Si me siento bien, solo que es extraño,—enojado—no podrías decirle a tu jefe que me deje en paz de una buena vez.

-Yo lo siento pero solo me mandaron a vigilarlo—le responde apenada— y aunque se lo digamos el no va a cambiar de opinión.

-Ya veo —suspiro— vamos a ver, cuánto más tengo que soportar esto.

-Oda_san ¿Que le ha estado haciendo Dazai_san?—algo enojada.

-No me ha hecho nada por los momentos que sea grave—buscando una excusa— así que no te preocupes.

-Oda_san no es por ser metiche pero si desea puede irse a quedar a mi casa —le sugiere.

-Pero tu jefe se va a oponer —le refuta.

-Mientras se asegure que usted está vigilado, no se opondrá y además solo vivo yo sola ahí —rascandose la mejilla— así que será más fácil mantenerlo a raya.

-vamos a ver qué es lo que el dice —para subirse al auto— y gracias por convencerlo de dejarme ver a los niños.

-De nada Oda_san—con una sonrisa— vamos a comer algo y después regresamos a la sede —subiendose en el asiento del copiloto— llévame a mi casa.

El conductor asintió con la cabeza y encerio el auto para así poder irse de ese lugar.

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En la dimensión original.

-Esto se está saliendo de control —dijo algo estresado— ya no quiero hacer más papeleo pero es necesario en alguna parte está ese libro.

-Osamu ¿Que buscas?—pregunta su pareja.

-El libro que me regalaste —con los ojos llorosos— no lo puedo encontrar Doopo.

-Esta en nuestra habitación —le dice— últimamente se te está olvidando todo.

-Eso es lo malo, cada día siento que mis recuerdos se están perdiendo—acercandose al rubio— solo tengo un mal presentimiento.

-Deberias de descansar—besandole la frente— así que nos vamos a dormir una siesta —cargandolo— así descansas y piensas mejor las cosas.

-Esta bien —aferrandose al cuello del otro— te amo Doppo.

-Si yo también te amo Osamu—con una sonrisa.

Los dos amantes se fueron para su habitación para poder estar a solas los dos, el rubio sabía que su amante tenía problemas relacionados con el insomnio y por eso lo trataba tan hermoso para que esté se sintiera cómodo y seguro a su lado, lo que mas agradecia era que por fin estaba dejando su pasado atras y concentrándose más en su presente.

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El castaño se levantó de golpe al tener ese recuerdo al parecer era de su yo original, pero por qué diablos le decía a alguien más que lo amaba y si en su adolescencia al único que amo solo fue a Oda.

-¿Que tipo de recuerdo es ese?—algo agitado— ¿Doppo? Eso es caso imposible, yo solo quiero a Odasaku.

-Buenos días bello durmiente —dijo otra de sus versiones en el espejo— ¿Que tal ese recuerdo que te di? Ya ves que no es en todas las dimensiones que nos enamoramos de Odasaku, también nos podemos enamorar de alguien más.

-Pero eso no tiene nada que ver en esta dimensión —con los ojos cerrados y ve a su contraparte algo confundido—¿Porque tienes orejas de zorro?.

-Son de un Kitsuné —enojado— solo deja a Oda en paz, por ejemplo en mi dimensión no estoy con el, ya que el no me amaba y decidí renunciar a él.

-Te rendiste?......

Continuará....

Dazais Utilizados
Dazai de bungou to alchemist
Dazai Yokai AU