XXXIV | Especial Navidad

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Especial Navidad

-¡Hey, dobe! -gritó rayita, llamando al científico.

-¡¿Qué chingados quieres ahora?! -respondió un tanto frustrado desde otra habitación.

-A ti. Pero eso es para otro momento, Demencia te llama

El científico hizo caso a su compañera y se dirigió hacia donde supuestamente se encontraba Demencia. La navidad estaba a la vuelta de la esquina y los pedidos de productos se alzaron exponencialmente; él no quería -ni tampoco podía- desperdiciar su tiempo en las tonterías de Demencia.

-¡Flug! ¿Sabías que tienes mucha suerte? -canturreó la peliverde-. Rayis no ha dejado de pensar en tu regalo de navidad. ¿Qué le regalarás tú?

-No tengo tiempo para... ¿Qué dijiste?

-Lo que oíste.

¿Rayita pensando en él? ¿Era acaso otra estúpida y cruel broma de ambas chicas?

-Demencia, no tengo tiempo para bromas. Si es sólo eso lo que querías ya me voy.

-¡No es broma! Pero bueeeno, no puedo obligarte a creerme -exclamó Demencia con una sonrisa radiante-. También te quería decir que 5.0.5 está teniendo problemas en la sala, ¡parece que le dió alergia o algo así!¡Qué sé yo, no soy la doctora!

El científico salió en búsqueda de su retoño mientras exclamaba <<5.0.5>> en el camino al cuarto en el que el oso se encontraba.

-¿Pero qu-....?

Fue interrumpido por sí mismo al ver al oso en perfecto estado y con las patas detrás suya: estaba ocultando algo.

-Mataré a Demencia. -susurró por lo bajo.

Tan rápido como llegó intentó irse, pero fue detenido por una chica que venía corriendo en dirección contraria.

-Fíjate por dónde vas, Flugcito -dijo Rayita-. Puede que algún día sea Black Hat con el que choques y yo ya no tendría a quién molestar.

-Pero si tu eras quie-...- se interrumpió con su propio suspiro al darse cuenta que era inútil explicarle quién tenía la culpa-. Olvídalo, mejor me voy a acabar los pedidos que tengo hasta hoy a las diez.

Intentó pasar por un lado pero ella lo detuvo con sus brazos en un intento de abrazo.

-¿Pero qué les sucede a todos hoy?

-¡Ahora 5.0.5!

El osito vino lo más rápido que pudo y les puso una pequeña planta por encima de los dos, era un muérdago navideño, y ambos sabían lo que significaba.

- R-rayita... No quiero otra broma por hoy, ¿si?

Ella lo ignoró totalmente y levantó su emblemática bolsa de papel un poco para que le permitiese ver  los labios del científico; él no puso demasiada resistencia, algo bastante peculiar.

-E-esta broma n-no es gracio-

Y sin esperar más e interrumpienso a Flug, juntó sus labios con los del contrario por varios segundos. Era un beso tierno y cálido: el primer beso de ambos. Al separarse pudieron notar que el sonrojo era presente en ambos, sobretodo en el chico.

-Feliz navidad, doctorcito -dijo la fémina, aún en conocimiento que faltaban unas cuantas horas para lo mencionado.

-Feliz n-navidad.

Ella se fue sin más dejando otra vez al científico parado en medio del pasillo en un estado de confusión con una sonrisa y rubor en el rostro.

Ideas para molestar al doctor Flug (Flug x tu?) -VillanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora