feel me now | kim doyoung

01 | bittersweet feelings

Good, Bad, Ugly - Red Velvet

「☆

(...)
Esos días que se sienten algo decepcionantes.
Y los momentos que quería olvidar en ese entonces.
Sin darme cuenta, me hacen reír como si no fueran nada.
Me pregunto qué sabor tendrá el día de hoy.
¿Será dulce o tal vez un poco amargo?
(...)
Este sentimiento de amargura.
Hace que lágrimas caigan de mis ojos.
Hay algunos momentos tan amargos como el ron, que hacen que sienta un hormigueo en mi boca.
Pero es solo por un momento.
Secretamente tú, me envuelves con un dulce sabor.
Que borra todos los demás como nieve derritiéndose.

☆」

★・・・・・⋆ ☆ ⋆・・・・・★

KIM DOYOUNG

El reloj del coche marcaba las nueve en punto, y según mi experiencia en la cafetería de la familia Minatozaki, ese era el momento ideal; los mejores postres de la ciudad salían del horno y el lugar no estaba tan concurrido a comparación de los días laborales.

Aparqué frente al local, justo delante de los grandes ventanales de cristal. Al bajar del auto, levanté la vista y me di cuenta de lo inusual que era esta mañana primaveral; había estado tan distraído que no lo había notado antes.

Los últimos días habían sido completamente soleados, pero hoy estaba nublado. Aunque consulté el pronóstico antes de salir de mi departamento y sabía que el sol eventualmente saldría al mediodía, era una extraña ironía.

Un suave e imaginario aroma a rosas flotaba en el aire, evocando recuerdos en mi mente, mezclándose con los olores típicos del centro. Ese perfume, tan vívido y familiar, me llenaba de una sensación de nostalgia, una que me había impedido dormir bien toda la noche anterior.

Mientras me dirigía a la puerta del establecimiento, la fragancia se iba desvaneciendo con cada paso, pero no desaparecía por completo. Era como si el recuerdo de esas flores persistiera, envolviéndome en una neblina de emotividad que me dejaba al borde de las lágrimas. Con cada inhalación, experimentaba una mezcla de paz y tristeza, un recordatorio constante de aquel maldito día.

El suave tintineo de la campanita indicó mi entrada, y el bullicio en su interior me sacó momentáneamente de mis pensamientos. El cálido sonido de las conversaciones y el aroma del café recién hecho llenaban el lugar.

Minotazaki's Style siempre había sido un lugar concurrido, y aunque hoy no era la excepción, la atmósfera dentro era diferente, pero tan agradable como siempre lo había sido. Había algunas parejas y personas solitarias en la fila, esperando pacientemente su turno para ser atendidos.

El sonido de las tazas al chocar contra sus respectivos platos y las fragancias de los postres se mezclaban con la música suave de fondo, creando una sinfonía que, en otro momento, me hubiera resultado reconfortante.

Ya en la fila para tomar pedidos, lo observé a un gran estadounidense atendiendo con su característico encanto a una adorable pareja de ancianos. Su destreza como recepcionista era evidente, pero al percatarse de mi presencia, me saludó agitando levemente la mano, gesto que repliqué automáticamente.

En la espera mi turno, saqué mi teléfono para revisar si mi padre me había enviado algún mensaje, ya que alguno de los dos tenía que pasar por la florería.