Escucha mi voz [Próximamente]

Prólogo

Es increible lo que puede cambiarte la vida en tan solo un instante. Y a mi me había cambiado por completo.

¿Cómo era posible enamorarme de alguien de la que no puedo hablar?

¿Que ni siquiera sabe que existo?

¿Que no sabe absolutamente nada mí, ni yo de él?

¿Cómo era posible que no podía quitármelo de la cabeza?

Soñaba todas las noches en que él despertaba de aquel profundo y eterno sueño, que venía hacia a mí y me besaba apasionadamente. Poder salir de este infierno frío, de ese lugar tan blanco como la nieve. Tan solitario, silencioso y doloroso.

Soñaba con vencer esta maldita lucha y, poder recuperar mi antigua vida. Con todos mis amigos, mi novio, mi familia. Recordándome una y otra vez el peor día de mi vida. Gritaba del dolor. Ese dolor que me estaba matando poco a poco.

Quizá era lo mejor, dejar este mundo de una vez por todas y lograr descansar en paz. Pero, ¿Y si todo el mundo se equivocaba?

¿Y si no había un mundo mejor?

¿Y si ese lugar es incluso peor que este?

¿Merecía la pena?

Me levanto de aquella camilla dura, que ayudaban a aumentar esos insoportables dolores y caminar hasta llegar a su lado. Embelesada, observo su hermoso semblante, aún a pesar de llevar tanto tiempo sin despertar. Ese cabello color chocolate, tan perfectamente lacio y peinado. Unas cejas perfiladas. Esas pestañas largas como el cuello de una jirafa. ¿Como serían sus ojos? ¿De que color? No me importaba, estaba segura que serían preciosos y, lograrían enamorarme aún más. Si eso era posible.

Paso un dedo por el puente de su nariz respingona, dándole un toque final en su punta. Poso mis ojos en esos labios carnosos, que me moría de ganas por probar. Y esa tez, que aunque fuese mas blanco que la leche, era hermoso.

Apoyo mí cabeza, un poco cansada, sobre mis brazos que estaban entrelazados encima de la camilla, cerrando mis pesados ojos.

—Despierta...

Mi voz salía en un susurro, pues no tenía fuerzas para seguir luchando. Solo espero que, algún día consiga escuchar mi voz. Sólo así, podré vencer todo.