Cara de velocidad

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Acaba de empezar el recreo, tengo una barrita de cereal con chocolate blanco, en cuestion de tres minutos, desaparece.

En el colegio no nos dejaban usar el celular, aunque nadie cumplía esa regla, la culpa solo me permitía esconderme en el baño para poder escuchar música, aunque lo que menos podía era escuchar la melodía, ya que siendo un baño de mujeres, podías presenciar llantos, pedos, problemas emocionales, cortes de pelo, vómitos, besos, bullying, consuelos, e incluso a otras chicas como yo, escondiéndose.

Pero no podía esconderme para siempre, el timbre sonó.

Del primer cubículo salió Clarita, una chica de primer año, con los ojos rojos.

Del segundo salieron Luana y Josefina, de cuarto año, estaban riéndose, un poco sonrojadas

Del tercero salí yo.

Del cuarto salió Manu, una de mis únicas amigas, de mi curso, bueno, yo creo que es mi amiga porque un día la miré lindo y me sonrió,  pero nunca le hablé realmente, creo que ella si fue al baño para algo normal...

Creo que todas las lindas coincidimos en que todo lo relacionado a la matemática es un asco, hasta la profesora lo pensaba, ya que cada vez que abría la boca para explicar un tema parecía que se quería suicidar.

Agus manda mensaje al grupo de las chicas de teatro, quería que vayamos al café hoy a la tarde para dar una lectura al guion juntas.

Llego al café, fui la primera en llegar, como siempre.

Detrás del mostrador sale él, se me queda observando por unos segundos, en shock, hasta que le sonrío, se sonroja y vuelve a la cocina.

Parecía cansado, tal vez un poco triste...

En fin, estoy sola de nuevo...

Las chicas llegan, charlamos un rato, hasta que él vuelve a aparecer, con mi té de frutilla.

- No nos dijiste que ya habías pedido...

Dice Clau mirándome como si YO estuviese ocultando algo... ¿yo? ¿Alejandra? ¿La misma chica que arruina todas las fiestas sorpresa? ¿Ocultando algo?

- No pedí nada

- ¿y eso?

Dice señalando mi taza. Me muerdo el labio y pienso en que decir...

- Ya me se su pedido de memoria, ¿ustedes van a pedir algo?

Dice él, apareciendo de nuevo.

Me trago las ganas de meterle una piña y miro abajo, lo que se viene...

- Con que se sabe tu pedido de memoria...

Agus me mira, incrédula.

- Obvio, Pepe viene todas las mañanas.

Las chicas se ríen y yo me tapo la cara de la vergüenza.

- ¿Pepe? ¿Que es ese apodo? Ahora te vamos a empezar a decir así, eh!

Ay dios que vergüenza...

- ¡Pepe se puso roja!

Todas empezaron a cantar

- ¿Que pasa, Pepe? ¿Te gusta el mozo?

Oficialmente, esto es mucho.
Me tapo la cara y salgo corriendo del local. No quiero volver a entrar.

Agarro la bici y voy hasta la casa de Pedro, solo él sabría como resolver esto.

Toco el timbre muchas veces, cuando sale, parecía que se acababa de despertar de una siesta.

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⏰ Última actualización: Mar 06 ⏰

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