En aquel gran hotel se encontraba el Gran pero a la vez diminuto Rey del infierno enfrentando a un pecador que portaba un bastón de radio en la mano, sosteniendo una sonrisa claramente irritada hasta más no poder, ambos discutían como cual pareja divorciada peleando por la custodia de Charlie hija del Rey del infierno, para su disgusto estos dos no se detenían en su pelea y simplemente se gritaban alegorías sin pensarlo 2 veces
– ¡Tienes una semana aquí y te sientes con el derecho de querer quitármela! - Gritaba Lucifer en un estado de enojo que lo cegaba por completo.
– Tal vez llevo una semana, pero es suficiente para apoyarla ¿usted que hizo en todo este tiempo? – Dijo Alastor con un sonrisa victoriosa viendo al rey enfurecer aún más
– Maldito hijo de puta, date por muerto! - dijo a nada de convertirse en su forma demoníaca.
- Papa! ya paren los dos, joder por qué pelean por estupideces agh! - dijo la princesa Charlie a nada de enloquecer y poner a esos 2 en su lugar
- Lo siento querida, no medí mis palabras - dijo alastor guardando su aura verde budu
- Si, igual perdona manzanita, fue mi error - dijo lucifer apenado ante todo bajando un poco la mirada, lo que hizo que alastor lo mirara discretamente
- Agh ya solo tranquilos, más bien hay que recoger todo este desastre que dejaron los matones de Mimzy
- Pero por supuesto querida lo arreglo enseguida - dijo alastor después de chasquear los dedos sacando lazarillos reparadores que comenzaron a actuar
- Muchas gracias Alastor - dijo la princesa mirándolo de forma agradecida y tierna, lo que hizo que lucifer sintiera un vacío en su pecho, su hija en años le había dedicando una cara así, simplemente se hizo a un lado sintiéndose un poco inferior.
comenzó a caminar hacia el piso de arriba, pues Charlie le había dado una habitación para que pudiera quedarse unos días, Charlie lo llamo varias veces pero la mente de Lucifer solo vagaba en un "no soy suficiente para nadie" en cuanto subió las escaleras camino por el largo pasillo, sintiéndose aún más miserable cada momento, primero su padre desterrandolo y dejándolo solo, su esposa abandonandolo con una hija que tuvo que aprender a criar solo, y ahora ella también lo hacía sentir menos, no es que quisiera ser mal padre pero perdió el rumbo de su vida conforme ella crecía. De tanto pensar llego a su cuarto sin darse tanta cuenta, abrió la puerta sin más y entró con chasquido hizo aparecer patitos de hule provenientes de su propia casa, se tumbo en la cama boca abajo sintiendo las lágrimas caer hasta perderse en su boca.
- Wow quien viera al gran soberano tan derrotado.
Lucifer se sobresalto conociendo esa voz, esa jodida voz estática que odiaba. - Tks, que mierda quieres? no tuviste ya sufienciente alla abajo?
- Calmado mi señor, lo vi bastante triste y quise venir a ver que pasaba, después de todo ni siquiera tuvo la cabeza para oír los gritos de Charlie
- Estoy bien idiota no necesito tu consuelo, solo vete de aquí y déjame ahogarme en mi miseria. - Lucifer se recostó de mejor modo, dejando de oír la estática, suspiro y volteo la cabeza encontrando a Alastor acostado alado de él
- Oh vamos señor no se haga el modesto conmigo solo trato de animarlo
- Mierda! - dijo lucifer saltando desde la cama hasta el piso debido al susto que se llevó. - Si seras un cabron, dije que me dejes en paz no entendiste
- Solo entendí que eres un hombre solo y abandonado
- Maldito cabron
- Señor solo quiero apoyarlo en ese momento se que es difícil para usted ¿no es así?
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En la oscuridad, en la muerte y en la eternidad
FanfictionAlastor siempre sintió una gran admiración hacia Lucifer, siempre tratando de investigar su vida privada del soberano, sin embargo ver la doble cara de la moneda ver el lado triste de esa vida, haciendo que un sentimiento de querer proteger al sober...