Ma belle Lucifer

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<Leve aclaración, recién pude subir el cap ya que la escuela me esta matando pero en fin. Disfruten el capitulo<3.

Lucifer estaba en su habitación haciendo su rutina solo que ahora se preparaba para ir a una cita, cosa que no pasaba en años, estaba nervioso, ansioso y a la vez preocupado por que pensaba que la iba a cagar en cualquier momento y eso le aterraba, suspiro largamente mientras se veía en un espejo, se vio ahí con un traje que no había usado pues siempre lo guardo para el momento en que su esposa regresara pero nunca pasó, tenía su maquillaje normal delineado y leve rimel en las pestañas.

-Okey Lucifer, tu puedes, tu sabes que hacer... bueno no por que ahora eres el cortejado... pero ahhh mierda, tu puedes solo es una salida normal con un tipo raro sonriente... con el que... ya cogiste... y te armo una escena de celos... ahh ptm nono olvída eso - sacudió su cabeza, acomodo su pelo y puso bálsamo labial - Okey vamos

Salió de su habitación encontrando en el pasillo a Alastor usando un traje diferente era negro teniendo leves semblantes rojos y un pin de manzana en el pecho lo que hizo sonrojar a Lucifer levemente

- Buenas noches cariño, listo para nuestra salida?

- Amm si, pero si iremos a al mundo humano, no necesitaremos la forma humana?

- Ah!, no había pensado en eso

Lucifer suspiro y chasqueo los dedos volviéndose humano de golpe, Alastor vio sorprendido a Lucifer con una piel tan pálida, un rubor leve en ambas mejillas demostrando sus machitas rojas, ojos rojo profundo su delineado y rimel más notorio, los labios delgados pero irresistibles a cualquiera que lo viera, su cabello rubio y corto, y su cuerpo ah ese cuerpo, esbelto pero a la vez marcado del pecho hombros y espalda, dejando a Alastor atónito en minutos, sin duda era un ángel total.

- ¿Que pasa Al, te comió la lengua el ratón o viste un fantasma? - dijo juguetón el más bajo pues aunque traía botas con tacones seguía siendo bajito

- Ahhh... nono es... solo que am... - Lucifer se río levemente seguido de chasquear los dedos volviendo a Alastor un humano, y de repente Alastor volvió a sentir un corazón y calor dentro de él, se miró las manos y tocó su cabello todo estaba de nuevo en su lugar, sonrió de nuevo sintiendo esa sensación de vida volteo a ver a Lucifer quien miraba boquiabierto y sonrojado, y pues como no teniendo enfrente a un hombre alto con hombros anchos, espalda fuerte, pecho marcado junto con su abdomen una piel acaramelada, manos grandes que tentaban tanto y su cara con su boba sonrisa, anteojos era fina pero a la vez tan seductora.

-Bueno... ¿eh?- Alastor noto enseguida la falta de estática lo que hizo que se quedara perplejo un rato, al igual de Lucifer quien tuvo un escalofrío al oírlo

-Pues eres humano, no tienes la estática obviamente- Lucifer volteo a otro lado - Bueno entonces nos vamos?-

-Pero claro que si querido... - tomo la mano de Lucifer y cruzaron un portal hacia el mundo humano llegando a un bosque bastante lindo, lleno de flores y árboles enormes y a la vez pequeños se podía ver el mar a una cierta distancia al igual que la ciudad de Nueva Orleans.

-Así que ahí vivías tu- señaló Lucifer la ciudad que se veía a lo lejos

-Exactamente solo que esta muy cambiada, ahora es muy ruidosa

-No esperabas que se quedara como en los años 30 o si?- burlo Lucifer mientras reía

-Ojalá si, así con mucho gusto venia a verla- Alastor hizo una mueca de puchero que hizo que el más bajo se sonrojara

-Venado tonto

Ambos caminaron hasta llegar a una cierta parte de la ciudad donde Alastor se motivo a presentarle a Lucifer lo que era la jambalaya, entraron al restaurante, donde todas las miradas tanto de hombres como mujeres se posaron en ellos, Alastor le sudo hasta donde no las miradas, pero Lucifer se sentía muy observado por lo que camino hasta su mesa tomado de la mano de Alastor, cuando llegó su platillo el Overlord veía cual niño emocionado la reacción de Lucifer por probar la Jambalaya la cual fue bastante buena

En la oscuridad, en la muerte y en la eternidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora