En la oscuridad, en la muerte y en la eternidad

Manos angelicales

Pasado el día del exterminio no encontraban a Alastor por ningún lado, lo que hizo que Lucifer se preocupara bastante o algo parecido por que era importante... para su hija ¿cierto? la cabeza del pobre Lucifer daba vueltas con todo el haber matado a Adam era un riesgo enorme para el, el cielo tomaría alguna represalia contra todo el infierno o contra su hija y eso era un temor mayor, también sabiendo que aún su ex-esposa estaba desaparecida no sabía que hacer, mientras ayudaba a construir aquel hotel su mente divagaba bastante.

Una vez ya construido todos estaban reorganizando sus habitaciones mientras Lucifer arreglaba la sala, cuando una estática enorme le llamó la atención, acostado en el sillón se encontraba aquel demonio pelirrojo, con una sonrisa amarga

- Alastor?, ah que alivio est... - Su mirada se fue directamente hacia el pecho del contrario estaba sangrando, se notaba que estaba tratando de curarse pero eso le afectaba más

- Es una herida celestial que mierda te hace pensar que puedes curarte tu solo? - Grito Lucifer con un notorio enojo pero a la vez una gran preocupación

- No es nada, solo debo recuperarme lentamente - Dijo el pecador mientras se quejaba lentamente

- Estas idiota no tienes ni idea de como hacerlo, haber siéntate bien - Lucifer se sentó a su lado mientras le desabotonaba la camisa a alastor dejando ver su cuerpo con cicatrices notorias y una enorme herida que aún sangraba excesivamente

- Mierda Al esto no lo puedes curar tu solo - puso su dedo en aquella herida lo que hizo que Alastor se tensara y sus orejas se hicieran hacia atrás - Perdón pero debo tocar

Lucifer siguió examinando la herida de Alastor para saber bien que hacer, después de un rato comenzó a pasar su dedo sobre aquella herida obligandola a cerrarse lentamente, lo que le provocaba a alastor una sensación de quemazón, miraba a aquel rubio preocupado curando y concentrado en su trabajo

- Listo!, solo que deberás descansar bastante para que no vaya a haber algo más - dijo lucifer tomando una venda y poniéndola sobre la piel de aquel pecador, su mano empezó a recorrer mientras sentía aquella piel suave pero a la vez marcada por cada cicatriz

Alastor se limito a voltear a todo lado mientras lucifer hacia su trabajo no iba a negar que las manos del rey se sentían tan bien en su cuerpo tanto que el sonrojo era algo inevitable, Lucifer se percato de eso haciendo que su rubor sobresaliera también, sin darse cuenta ambos terminaron bastante cerca Alastor volteo en dirección al rubio topando su cara demasiado cerca de la suya, ambos podían sentir la respiración del otro, sus ojos se encontraron viéndose fijamente con tanta ternura y sentimiento, ambos se iban acercando más y más hasta que...

- Pa! ya terminaste? terminamos haya arriba quieres que te ayudemos aquí aba... - Todos miraban perplejos atrás de Charlie como lucifer estaba casi encima de alastor mientras esté otro tenia su mano en la cadera del contrario, ambos se vierona la cara y se separaron al instante sintiendo una vergüenza y bochorno enorme debido al calor

- Interrumpimos algo? - dijo Angel con voz coqueta mientras Husk reía en voz baja - si quieren nos vamos...~

- No no noo no es lo que creen, yo estaba curando a Alastor

- Es verdad, muchas gracias por tu ayuda Luci, espero volvamos a repetir este encuentro~ - dijo de la forma más coqueta que Lucifer había oído en su vida provocando un rubor enorme y ponerlo nervioso, mientras los otros miraban más confundidos ante tal situación

Alastor despareció con una sonrisa enorme mientras se desvanecía entre sombras, dejando a un Lucifer demasiado nervioso y ruborizado

- Pa estas bien?... jaja-