Ciudad de Ángeles

Capítulo 11: Experimento Omegaverse

15 Horas antes...

– ¿Qué somos ahora "jefe"? – Choi Milo miraba de forma coqueta al omega desde su silla detrás del escritorio.

– Somos pareja mi lindo omega – toma un tabaco de una pequeña caja de madera cercana y lo enciende – pero seguiré siendo tu jefe.

–No es una relación que me guste mucho asimilar – había gran cantidad de periódicos en el escritorio del alfa, muchos señalan al actual gobernante de la Ciudad del Cielo – ¿Qué ha pasado con el presidente Lazaro?

– Información que no puedo revelar por los momentos Louis – señala un artículo en específico donde aprueba la introducción de los nuevos supresores obligatorios al mercado – espero descartar algo negativo de aquí.

– ¿Es algo malo para nuestros ángeles? – el alfa solo asintió.

–Irán en una misión algo peligrosa, pero confío plenamente en ustedes – El omega se acerca a su jefe, acortando la distancia entre ambos impregnando sus fosas nasales de su aroma – te daré a los mejores alfas para que vuelvan con bien.

Cosa que Louis piensa que le mintieron descaradamente, ahora mismo estaba llegando al límite de su paciencia con uno que otro alfa de los que estaban en la misión, tratando de aguantar también el clima que se les venía encima.

– Cuando me dijeron que eran los mejores alfas mintieron descaradamente – Louis arrastraba a Jude por todo el lugar, casi los descubre el enemigo – además de ser unos trogloditas gigantes, no saben lo básico en espionaje.

– Oye... solo tropecé una luz con mis alas, a cualquiera le sucede – Jude siempre tenía muy buen humor, pero el omega era bastante irritable por creerse un sabelotodo ante los ojos de los demás – y ese supuesto radar tuyo no sirve para nada, estamos dando vueltas en el mismo lugar desde hace media hora.

– Están desviando la señal, los rehenes están en esta zona – ignora al alfa y centra su atención en el radar – debemos tratar de llegar al centro del lugar.

El alfa solo rueda los ojos, pero no le queda de otra que seguir al omega que es el líder de la misión, y el encargado del radar principal.

Casi en total oscuridad, solo rodeados de tenues luces en aquellos fríos pasillos de metal, temen una emboscada del enemigo, el espacio es muy pequeño para volar pero no quieren guardar sus alas en caso que tengan que impulsarse hacia atrás en una emergencia.

El radar muestra varios puntos en movimiento que son ellos mismos, y aparte de esos 6 puntos se encuentran otros 3 que desaparecen cada ciertos segundos, el omega cree que algún equipo especial está escondiendo la señal que emiten.

–Te dije que están por aquí – al escuchar esa voz poco familiar ambos se alteran nuevamente y buscan algún escondite, guardando sus alas para entrar debajo de una mesa de exámenes con una sábana colgando a sus lados – te lo juro que los escuché.

– Si es verdad que hay intrusos ya fueran sonado las alarmas – decía otro sujeto, Jude y Louis estaban casi abrazados para evitar que cualquier parte de su cuerpo sobresaliera de debajo de la mesa – las cámaras están encendidas las 24 horas.

– Lo que no saben que puse la imagen fija de los pasillos vacíos – murmura el omega, había hackeado las cámaras de seguridad antes de empezar el recorrido dentro del lugar.

La misión cada vez era más peligrosa, lo bueno que estaban preparados para cualquier acontecimiento que sucediera.

–Te lo diré de un modo sencillo –Sergio estaba ahorcando a un omega enemigo mientras Tristán le apuntaba a la frente – llévanos a donde están los rehenes de nuestra Ciudad y te perdonaré la vida.