TRIPLE DIMENSIÓN: RAILO

"MELANCOLIA"

Pasaron dias en lo que hablar por horas se volvio algo rutinario, el temor que alguna vez Alo siento de ser quien inicie algo desapareció por completo, se sentía segura y en confianza, por otro lado Rai sabia que la conexión que tuvo con Alo era especial de alguna manera, no quería pensar en algo mas allá pero sabia que el clic que tuvieron fue único.

Con el paso del tiempo esas conversaciones por medio del chat desaparecieron, todo era por video llamada, compartían bastante tiempo juntas ya que era pandemia, pasaban noches enteras jugando y conversando, al conectarse, ambas se encerraban en una dimensión donde todo lo demás pasaba a segundo plano, donde las cosas dolían menos, eran su lugar seguro.

Pero no todo es color de rosas, entre mas tiempo pasaban juntas, aunque sea de manera virtual, ambas compartían menos tiempo con sus familias, ocasionando que estas detestaran la idea de que sean amigas.

Era la hora de la cena, abuelondra llamo a Alo, a lo que no recibió respuesta, el papá decide el ir a buscarla, cuando abre la puerta ve que, como era a diario, estaba hablando con Rai.

- Michelle deja eso, ven a comer, ahora.
- Voy
- Michelle ahora. Dijo con un tono medio molesto. 
- Dije que ya voy, estoy ocupada aquí, voy al rato.
Se miraron fijamente sin ninguno decir nada, el tan solo cerro la puerta bruscamente y se fue.

Mientras tanto Rai presenciaba la situación, pudo notar el descontento del papá, cuando el se fue Rai le comenta a alo algo que le llevaba pasando ya hace un tiempo.

- Alo, parece que tu papá no le gusta que pasemos tanto tiempo juntas.
- No, no, no ¿de que hablas?, el solo no ha tenido un buen día.
- Alo a mi me pasa lo mismo. le dijo mientras la interrumpió.
- A que te refieres?
- A mis papás no le agrada la idea de nuestra amistad, obviamente porque ya casi no comparto con ellos, ademas de otras cosas.
- Otras cosas?
- Ajá, pero el punto es qu-
- Que otras cosas Rai?
- Eso no importa ahora
- Si, si importa, me preocupa.
- No tienes porque preocuparte créeme, mi mamá es bien conservadora, muchas veces me a dicho que no le gusta como visto y eso.
- Ajá ¿y eso que tiene que ver conmigo?

Se genero un silencio bastante incómodo, Alo no obtuvo respuesta y ya  la vibra no era la misma que la de hace 5 minutos.

- Okey, entonces no le caigo bien a tu mamá por como visto?. Dijo Alo con un toco mas relajado.
- Si, en parte, o sea nose alondra, no te  lo tomes personal, ella asta conmigo se enoja aveces.
- Esta bien, entiendo, es lamentable de todas formas.
- Lose.

Ambas se quedaron sin decir nada, con una presión en el pecho que no dejaba que su conversación continuara, con una sensación de amargura, luego de un rato intentaron cambiar de tema pero la verdad todo estaba muy tenso, Rai se sintió mal por haberle comentado lo de su mamá, sabia que tal vez fue hiriente pero no quería mentirle, Alo tenia la mirada baja y por su mente pensaba en lo triste que era todo esa situación, sentía un nudo en la garganta que no la dejaba decir nada al respecto.

Paso el rato y lo único que ambas querían era cortar la llamada, Alo tuvo una idea la cual fue influenciada por coraje del momento, no entendía cual fue el punto de que rai le haya comentado aquello, entre ese enredo de sentimientos termino admitiendo que Rai quería alejarla.

- Rai tal vez tienen razón.
- De que hablas?
- Hablo de que quizás esto nos esta haciendo mal, lo mejor seria darnos mas espacio.
- Es enserio Michelle?.
- No digo que nos dejemos de compartir, solo que lo hagamos por menos tiempo.
- Como quieras, pero juro que lo que te conte no fue con una mala intención, sabes la confianza que te tengo, sabes que lo ultimo que quiero ahora es no tenerte. Dijo rai mientras lagrimas recorrían su cara.
- Rai no te pongas así, te creo y lo sabes, pero no quiero que esto se arruine por la monotonía. Respondió Alo, quien estaba muy arrepentida de la propuesta de darse espacio.
- Esta bien Michelle, tienes razón, luego hablamos, ve a comer. Murmuro rai con un toco seco y entre quebrado por las ganas de llorar.
- Descansa Rai.

Desde ahi en adelante todo cambio, esa llamada jamas debió terminarse, mucho menos en los términos en la que lo hicieron.