El despertado 👍✌️

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Adán estaba en el exterminio, herido por culpa de su pelea con Lucifer. Aunque después de que hizo Nifty, este se encontraba en su lecho de muerte.

Lute, la mano derecha de Adán y la mejor exterminadora de este, miro como Adán fue apuñalado por una pecadora de pequeña estatura, al presenciar está escena, ella rápidamente voló a dónde el se encontraba. -¡No! ¡Señor! ¡Señor! ¡Resista porfavor!-.

Adán miro a Lute, el, con las pocas fuerzas que tenia le sonrió a su mano derecha con una gentileza que muy poca gente había logrado ver en el, Adán se sentía aliviado de que al menos alguien se quedó con el mientras esté perdía su vida lentamente.

En cambio Lute, ella se sentía destrozada, como si su vida estuviera siendo torturada y quemada en las fuertes llamas del infierno. Algunas lágrimas empezaron a salir de los ojos de la mujer mientras miraba al hombre que ella más admiraba, perder la vida.

-¡Adán!-. Esas fueron las últimas palabras que Adán escucho, antes de perder la vida completamente.

Adán sentía una inmensa calma mientras moría, el sabía que, si morías por una alma angelical, está borraba tu alma para siempre. Así que no hay forma de que el regresara de la muerte. Pero...el sintió algo, como si no hubiera muerto, lentamente abrió sus ojos y miro a su alrededor, no se encontraba en el infierno, y mucho menos en el cielo, se encontraba en un lugar completamente blanco y vacío. ¿Acaso aquí vienen las almas borradas? Se pregunto Adán.

Este empezo a caminar y a mirar a su alrededor, no había nada más que blanco, pero de repente, este escucho una voz.

-Adán, hijo mío, al fin llegaste.- la voz era...extrañamente familiar, Adán miro a su alrededor tratando de averiguar de dónde venía esta familiar voz. -¿Quién mierda habla? ¡Muéstrate, idiota!- Este grito mientras movía sus brazos arriba y abajo como un niño pequeño haciendo un berrinche.

-Soy yo, hijo mío, tu padre.- Adán miro hacia arriba y allí vio a su padre, Dios. -¡Ay carajo! Uh, ehh, ¿Hola? ¿Qué mierda hago aquí?- Dios de acercó a Adán, mirándolo fijamente. -Hijo mío, haz muerto tras el último exterminio de los pecadores en el infierno, por eso estás aquí.- Adán, sorprendido de que si murio, se rasca la cabeza y mira hacia un lado antes de regresar su mirada a su padre.

-Uhh, ¿Y qué carajo hago aquí? ¿Aquí vienen los que mueren por armas angelicales o que verga?- Dios negó con su cabeza. -No, hijo mío, vengo a darte una oferta para que puedas regresar a la vida, estoy seguro que querrás escucharme, pero antes, ven, demos un paseo.-

Adán, confundido, solo siguió a su padre, y por alguna extraña razón, un hermoso jardín apareció enfrente de ellos dos.

-Wow, ¿De dónde mierda salió esto? Se ve muy parecido al Edén...- Adán dijo, algo confundido. -Este es el Edén, hijo mío.- Adán se veía sorprendido, pues hace milenios que no estaba ahí.

-¡¿Qué?! ¡¿Y qué carajo hacemos aquí?!- Dios camino y se sentó en una pequeña silla acompañada de una mesa, después el piso su mano en la otra silla, haciendo referencia a qué Adán debía de sentarse ahí.

Adán simplemente se sentó, y miro alrededor, algo nervioso por estar en el Edén otra vez. -Entonces padre...¿Qué mierda hacemos en el Edén? No se supone que debería de estar muerto para...uhh...¿Siempre? Digo, las armas angelicales que usamos para matar a esos putos pecadores se supone que eliminaban el alma para siempre.-

Dios río suavemente por un corto periodo de tiempo. -Hijo mío, vengo a hacerte una oferta, tu, al ser mi primera creación, el primer hombre, yo, Dios, tu padre te guardo mucho cariño y aprecio, aunque yo mismo sé que tú no eres perfecto.-

Adán sonrió y cruzó sus brazos. -¡Ja! Claro, ¡Soy el puto amo! ¡El pene maestro! ¡Aquellos estúpidos pecadores y todos los del infierno deberían de obedecerme!- El ego de Adán, a pesar de haber muerto y estar frente a su padre, no parecía desaparecer, y mucho menos su comportamiento y palabras vulgares.

-Adán.- Dios dijo, en un tono firme y autoritivo, Adán miro a su padre y miro hacia a abajo, su sonrisa desapareciendo.

-Uhh, ¿Qué pasa?- Dios, miro hacia enfrente, y hablo. -Tu has muerto para siempre, pero yo, tu padre, quiero hacerte una oferta para que regreses a la vida. Hijo mío, yo te vi morir, te he visto en varios momentos de tu vida, tanto buenos como malos. Y en los últimos años te he visto junto a una mujer exterminadora siempre a tu lado, su nombre es Lute, ¿Cierto?-

Adán parecía confundido, no tenía de que tenia que ver Lute con todo esto. -Aaah si, la tetas chiquitas, ¿Qué hay con ella?- Dios suspiro ante el apodo de Adán hacia la mujer, pero el sabía que Adán no cambiaría su comportamiento vulgar y grosero.

-En el momento que moriste, ella se quedó a tu lado, siendo la única mujer que nunca te ha abandonado en todo este tiempo.-

Adán se sintió molesto con ese comentario, no le gustaba que le dijeran que sus ex esposas lo habían abandonado. -Aja, ¿Pero que hay con eso?- Dios miro a Adán fijamente denuevo, el no podía creer lo idiota que era su querido hijo.

-Ella y tú son cercanos, hasta me atrevo a decir que ustedes dos son igual de cercanos que una pareja.- Dios sonrió, sabía que su hijo estaría algo...exaltado, por ese comentario.

-Ella y yo solo somos compañeros, aunque no puedo evitar confesar que la tetas chiquitas es muy sexy y caliente! Si dan muchas ganas de cogertela.- Dios frunció el ceño al comentario vulgar de Adán.

-No hables con tan vulgaridad sobre una mujer, Adán. Creí habértelo dicho.- Adán miro hacia enfrente y recargo su cabeza en su mano que estaba en la mesa.

-Ah, si si, ¡pero ve al grano! Quiero saber sobre tu "oferta"- Dios asintió. -Hijo mio, mi oferta es que, puedo regresarte a la vida, pero hay dos opciones muy diferentes y que definirán el resto de tu vida para siempre, y que no pueden ser cambiadas.-

Dios dijo con un tono firme y con una voz fuerte. -¡Oh esto se puso interesante! Vamos, dime tu oferta!- Adán dijo, ansioso por volver a la vida. -Puedes regresar a la vida con un poder divino lo suficientemente poderoso como para exterminar a Lucifer y su hija, Charlie. Pero -

Este fue interrumpido por la ruidosa voz de Adán. -¡Ooh si carajo! ¡Elijo la maldita primera opción!- Este río antes de ser interrumpido por Dios.

-ADÁN, permíteme terminar de hablar.- Este dijo en un tono molesto. -Ah, si padre, continúa.- El primer hombre respondió algo avergonzado al ser regañado por su padre.

-Como decía, si aceptas esa opción podrás hacer lo que mencioné anteriormente, pero nunca más podrás ver a Lute ya que está perderá todos sus recuerdos de ti, y tendrá solo memorias de odio hacia ti.

La segunda opción es que regresaras al cielo con Lute y nada será afectado, pero tendrás que ejercitarte y volverte más fuerte para el siguiente exterminio y así conseguir una fuerza mucho mayor por tu propio esfuerzo.-
Dios se levantó y miro a Adán. -Ahora responde, hijo mío. ¿Qué elegirás?-

Un amor entre Ángeles / GuardRockDonde viven las historias. Descúbrelo ahora