XV.

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Narra Omnipresente.

Aquellos dos peli negros dirigieron su mirada hacia la entrada, lo primero qué vieron fueron un enorme ramo de rosas y violetas después de eso la figura del ruso entrando por la puerta principal la más bajita de los tres al ver ese gran detalle sintió cómo su corazón se aceleró y en sus labios un cosquilleo se plantó.

—Lamentó llegar tarde, mi bella Korovela, esto es para ti— le extendió ese gran ramo solo para ella era un mínimo de quinientas flores.

Ambos se giraron hacia ella y captaron una sonrisa en sus labios, y aquello les hizo sonreír, Caesar con cuidado de no ser atacado por sus mascotas se coloca a un lado de ella para tomar asiento.

—¿Por qué te gustan esas flores bonita?— pregunto Lee, el sabía el por qué sin embargo quería qué ella recordara.

—No me gustan las flores sin embargo, cuándo las veo una sensación cálida se instala en mi pecho y tengo un cosquilleo sobre mis labios, solo me gustan las flores en los jardines.

Aquello hizo sonreír a ambos hombres ella tenía vagos recuerdos de aquellos momentos qué pasaron juntos y de algo estaban seguros, la volverían a conquistar una vez más.

Al dejar en un gran florero aquellas bellas flores se dirigió a comer, sin embargo al dar el primer bocado, una sensación de náuseas se instaló en ella así qué corrió al sanitario más cercano, desconcertando a ambos hombres.

Preocupados se dirigieron a ella para averiguar cómo estaba, al terminar con las arcadas aquella mujercilla salió del sanitario, y ellos insistieron en llevarla al médico lo antes posible para averiguar qué era lo qué estaba pasando y al no negarse se dirigieron con ella, no sin antes poner en cuidado a sus dos mascotas.

Al llegar al hospital se dieron cuenta qué había Halcones dispersados por toda la ciudad y sonrieron ante ello, aún qué su hermana mayor no estuviera con ella, siempre la protegería, al llegar con el doctor qué la atendería optaron por entrar con ella y ella no se negó sorpresivamente.

—Mucho gusto caballeros, hace poco estuvieron aquí, ¿Díganme qué ocurrió?.

Lee se adelantó a hablar para dar un resumen de lo qué ocurrió esta mañana.

—Señorita Mascherano, disculpe si esta pregunta le resulta incómoda sin embargo es necesario preguntar, ¿Recuerda si en su último acto de afelación uso protección?.

Ella quedó en blanco, no recordaba ni una mierda.

—No recuerdo ni cómo se llaman estos dos hombres sentados junto a mi.

Aquello hizo sonreír a esos tres hombres así qué el doctor optó por algo más practico, una prueba de embarazo. Aquel doctor explicó en qué consistía y ellos asintieron la pequeña mujer se dirigió al sanitario para comenzar con la prueba, según lo pensando tenía qué esperar de uno a dos minutos así qué eso hizo, estaba realmente nerviosa, ni siquiera recordaba qué relación tenía con ellos dos, pero un bebé en camino cambiaría las cosas de sobre manera, su sueño siempre fue tener un bebé, un par de mellizos eso era su sueño y si aquellos dos hombres no querían hacerse cargo de ellos no los molestaría en lo absoluto, solo necesitaban de ella y su familia jamás la dejaría.

Soltó un suspiro y revisó aquella prueba, se dirigió al consultorio, aquellos dos hombres estaban nerviosos, pero si existía la posibilidad de qué estuviera embarazada, no la dejarían sola, no ahora qué en su vientre probablemente nacería un pequeño, la mujer encaro a los hombres y con la prueba en mano y limpia de la entregó a Lee, el cual inmediatamente giro a Caesar y la mimaron.

Era positivo aquello los hizo sonreír, ahora un nuevo integrante se uniría a su familia y estaban muy felices, ellos lucharían por su amor sin importar qué.

—Si no quieres estar con él o ella, me importa una mierda, me iré a Italia con mi familia.— antes de terminar de hablar aquellos dos hombres la estaban abrazando, un abrazo muy cálido.

—No digas eso bonita, jamás los dejaríamos.

—Lucharíamos por tu amor mi Korovela.

Aquello la hizo sonreír inconscientemente, ¿Por qué su corazón latía tan deprisa?, ¿por qué sus mejillas se sentían cálidas?, ¿Por qué sentía tan a gusto la presencia de aquellos dos hombres?.

—Regrese en un mes señorita, necesito hacerle análisis, por cierto felicidades.

Le regaló una sonrisa al médico y salió de aquel consultorio siendo seguida por aquellos dos hombres, al llegar a casa estaba cansada así qué decidido dormir un buen rato, al llegar la noche y una media luna se instaló en lo más alto del cielo a lo cual sonrió y decidió salir, al salir llegó al jardín, y una sensación cálida se plantó en su pecho.

Aquellos dos hombres salieron detrás de ella para contemplar a su mujer hasta llegar a ella y entonces ella habló.

—¿Por qué siento qué este lugar es especial?, ¿Por qué tengo la sensación de qué en este lugar pasó algo muy especial para nosotros?.

Aquellos hombres se sorprendieron por ello, en ese mismo lugar se intensificó por ella, ella comenzaba a recordar, los comenzaba a recordar.

—Por qué en este lugar nuestro amor floreció bonita.—Lee se acercó más a ella al igual qué Caesar y le sonrió.

El más alto de los tres sacó de su abrigo una caja negra de terciopelo y al extenderla hacia la mujer la abrió dando vista a un bello collar azul en forma de corazón incrustado en la cadena de bellos diamantes y en el centro las iniciales S,J,M, en diminutivo se notaban, aquella mujer se sorprendió por eso ese diamante al menos costaba una gran suma así qué sonrió antes de hacer aún lado su cabello para qué se lo colocara.

—¿La M de Mascherano?.—Preguntó al terminar de qué lo colocaran a lo cual en negó.

—La M de mía mi bella Korovela, la M de qué nos perteneces en cuerpo alma y mente y el fruto de nuestro amor dará paso al pequeño o pequeña qué crece en tu vientre, eres mía tanto como de Lee y nosotros te pertenecemos completamente.

Ella sonrió sin gratitud antes de qué Lee hablara.

—El anillo qué tienes en el dedo es una clara imagen qué nadie podrá tocarte de ninguna manera y el collar demuestra el poder qué tienes sobre el León y La bestia, tienes el poder sobre nosotros.

Se acercó a un abrazo sin embargo ambos hombres la tomaron desprevenida para besarla.

—Yo quiero elegir el nombre de la o el pequeño.

Ellos asintieron antes de entrar a la gran mansión, mañana le darían la gran noticia a sus familia y más felices no podrían estar, tal vez ella no los recordaba del todo, pero sus sentimiento seguían ahí, y no dudarían en quemar todo el mundo por ella, Caesar era el León encargado de cuidarla darle protección y poder y sobretodo amor,  en cuanto Lee era la bestia encargado de darle seguridad estabilidad y amor  tal vez no tenía el poder de Caesar pero eso no era obstáculo para qué él cumpliera sus propósitos.

El mundo nunca entenderá qué el cielo está lleno de seres hermosos, pero el infierno esta lleno de seres irresistibles.

Y ellos dos eran personas fuera de este mundo, sin embargo una diosa superior a ellos llegó para domarlos.

Y ellos dos eran personas fuera de este mundo, sin embargo una diosa superior a ellos llegó para domarlos

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Creada por su bella escritora 🦋

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