[𝒜𝐿𝐿𝐼𝒮𝒜𝒢𝐼] 𝑅𝐸𝒱𝐼𝒱𝐸 𝐸𝒩 𝑀𝒰𝒩𝒟𝒪𝒮 𝒫𝒜𝑅𝒜𝐿𝐸𝐿𝒪𝒮

𝑪𝑨𝑷Í𝑻𝑼𝑳𝑶 17: 𝑬𝑺𝑻𝑶𝒀 𝑴𝑼𝑬𝑹𝑻𝑶, 𝑰𝑺𝑨𝑮𝑰

Cuando conoció a Yoichi Isagi, Bachira se sintió incontrolablemente atraído por él. 

No era porque el monstruo en él estuviera gritando que ella era un ser humano, sino porque en el fondo de Bachira, realmente quería acercarse al hermoso chico.

Quiere estar con ese adolescente, grabando cada gesto, acción y silueta de la otra persona en su mente. 

Yoichi Isagi...

Yoichi Isagi...Isagi ... Yoichi...

El nombre de esa hermosa adolescente seguía apareciendo en la mente de Bachira Meguru.

 Resonó desde las profundidades, resonando en su cerebro. 

Desde que había herido al muchacho, ni su mente ni la Bachira parec.an ser suyas. 

El monstruo que siempre había estado de su lado, ahora le gritaba constantemente. 

El nombre de Isagi Yoichi resonó desde las profundidades, haciendo alucinar a Bachira como si estuviera entrando en un agujero negro sin fin, rodeado de gritos de dolor de cabeza, completamente invadido por esa hermosa adolescente... 

Oh, te echaba tanto de menos...

Recuerda los momentos que él y yo pasamos juntos.

Recordaba sus caricias íntimas el uno por el otro...

Recuerda tus palabras de amor por él...

Recordando los momentos en que los dos estaban juntos, intercambiando dulces palabras labio a labio ...

Bachira se paró en medio del césped artificial, ante la mirada perpleja de sus compañeros de equipo, con los ojos fijos en el vacío desconocido. 

Probablemente estaba a punto de ser tragado por los recuerdos del adolescente. 

No quedaba nada. 

Su mente será devorada por los recuerdos de ti, no quedará nada más que tu hermosa silueta... 

Es raro...

Bachira Meguru, ¿cuándo confió tanto en Yoichi Isagi?

Después de todo, ¿cuándo sufría si no podía tenerte así? ¿Qué se supone que debe hacer?, te hizo algo malo. 

Te lastimó, te abandonó así... 

¿Cómo podía estar tan jodido... 

¿Qué le pasaba después de todo?...

"Oye, ¿ese niño ha estado así tanto tiempo?" 

Lavinho miró impotente la imagen del enérgico adolescente que parecía haber perdido el alma y vivía, desconcertado por entrenar sin el espíritu del otro lado, se apresuró a tirar a Otoya hacia atrás, señaló a Bachira que estaba parado como el cielo y corría la pelota como una máquina preprogramada en el campo.

"Desde el día en que jugó contra la selección alemana, ha permanecido en esta situación..."

 Otoya miró a Bachira, que era como un alma perdida en el campo, y dijo con la boca entrecerrada. 

"¿No tienes manera?"

 "Sí, no es así..." 

Lavinho pronto notó el estado de ánimo inquieto de Bachira Meguru, pero el guía brasileño no pudo levantarle el ánimo de ninguna manera. 

Originalmente pensó que sería mejor dejarlo libre por unos días, quién esperaba que fuera peor que antes. 

No había otra manera, para no dejar que el proyecto se viera afectado, así que Lavinho fue a buscar la fuente de esto...