El zorro y la liebre.

Capítulo 32 - De vuelta al cole

Los días se convirtieron en semanas, y antes de lo que a Naruto le hubiera gustado, las vacaciones de verano terminaron. Era hora de que volviera a la escuela. También era hora de que él y Rumi se separaran.

"Ah, no quiero ir", se quejó mientras arrastraba sus maletas lentamente hacia la estación de tren.

"Ahora realmente suenas como un niño".

"¿Conoces alguna forma de saltarte los próximos dos años?"

"Hay una manera, pero ¿puedes hacerlo? Que yo sepa, no eres el chico más inteligente de tu clase, por decir lo menos".

"... ¿Me estás llamando estúpido?"

Ella se rió de su mirada y se encogió de hombros mientras decía:

"Tus calificaciones hablan por sí solas. Aunque UA High es una escuela para héroes, al final sigue siendo una escuela. Además de las clases del Curso de Héroes, también tienes clases regulares como Matemáticas, Japonés, Inglés y Ciencias. A partir del segundo año, también tendrás una clase obligatoria de Derecho y otra de Ética. Probablemente podrías saltarte los tres años de la escuela si crees que eres lo suficientemente bueno como para aprobar todos estos exámenes fácilmente".

"... Eso no va a suceder —admitió Naruto a medias—.

"Eso es lo que pensaba", se rió. "¡Pero oye, anímate! A partir del segundo año, podrás pasar la mayor parte del semestre en una pasantía conmigo".

"¿Quién dice que volveré aquí? Tal vez vaya a trabajar para los Hawks el próximo año".

"¿Cómo puedes esperar que crea eso cuando incluso después de más de un mes juntos, todavía no puedes quitarme los ojos de encima?"

Ella se rió de su cara nerviosa.

Pero mientras charlaban, la gente empezó a fijarse en ellos. Mientras que Mirko podía ir de incógnito cubriendo su cabeza con una sudadera con capucha, Naruto no podía disfrazarse fácilmente con las cuatro colas de zorro doradas de gran tamaño a su espalda.

Pronto, los dos se encontraron acosados por unas pocas docenas de personas.

Pero incluso mientras respondían todo tipo de preguntas y firmaban autógrafos, Naruto y Mirko sonreían a las personas que los rodeaban, sin dejar que su molestia se mostrara en sus rostros. Ser amable y sonreír para los fans también era parte del trabajo de un héroe profesional.

Afortunadamente, el sistema ferroviario de Japón era uno de los más desarrollados del mundo, por lo que era muy raro que los trenes tuvieran retrasos. Por lo tanto, solo tuvieron que interactuar con la multitud durante unos minutos antes de la llegada del tren.

Sin importarle las docenas de fanáticos y paparazzi que les tomaban fotos, Naruto envolvió sus brazos alrededor de la chica conejo en un fuerte abrazo.

"Te voy a extrañar", susurró solo para que ella lo escuchara.

Pero cuando algunas de las personas a su alrededor comenzaron a silbar y a insultar por su demostración pública de afecto, Mirko rápidamente rompió su abrazo.

—¡Estamos en público, idiota! —susurró ella con dureza, pero Naruto solo pudo sonreír ante su semblante avergonzado. "Iré a verte el día de tu cumpleaños, ¿de acuerdo?"

"Está bien."

Luego, los dos chocaron los puños.

Cuando sonó el silbato del tren, agarró sus maletas y subió al vagón.

⁂

"No puedo creer que hayan construido este lugar en menos de una semana" Dijo Naruto con asombro mientras miraba el gran edificio frente a él. Era un edificio ancho con cinco pisos y dos alas, era como una mansión.