“Debes ser más agradecido con tus súbditos si quieres que sean fieles a ti” las palabras de ananas se repetían una y otra vez en su cabeza ¿cómo se supone que demuestre gratitud a los mortales si cuando le dio un golpe a uno, este se quejó del dolor? Para los dragones era lo más normal del mundo golpearse entre sí para demostrar su gratitud, mostrabas a tus compañeros tu fuerza, pero para las galletas eso era malo porqué eran muy débiles.
Pitaya se quedó pensando, ¿de qué forma muestran gratitud las galletas? ¿Cómo demuestra que es mejor reina que hollyberry ahora que se acababa de robar el trono de su reino?…
-Agh, qué dolor-
Una voz llamó la atención de Knight así que se acercó a revisar
-¿Todo bien?-
Pregunto el rubio entrando a la zona donde guardaban los barriles con jugo de bayas
-Ah, Knight, que alegría verte ¿podrías hacerme un favor?-
El encargado de la zona se levantó un poco adolorido para ver directamente a Knight
-Claro ¿qué necesita?-
-Debo llevarle este barril de jugo al dragón pero me lastime la espalda y no puedo llevarlo ¿podrías llevarle el barril?-
-Por supuesto, dejemelo a mi, por cierto ¿no ha visto a la princesa pasar por aquí? La estoy buscando-
Knight guardo su espada que tenía en mano y se agachó para girar el barril y poder llevárselo
-No, lo lamento, pero si la veo le diré que la estás buscando-
-Muchas gracias-
-Gracias a ti-A medio camino, Knight se arrepintió de aceptar, llevarle el jugo al dragón significaba estar cerca y hablar con elle, cosa que no se le daba bien; era frustrante que el dragón no recordará su mayor hazaña, cortarle la punta de la cola. Pero lo peor era que siempre parecía que el dragón se estaba burlando de él, tal vez solo era su expresión neutral pero a Knight le molestaba de solo verle.
Una vez llegó con el dragón, este parecía estar concentrado en algo, nunca imaginó que vería al dragón pensar, ni siquiera sabía que pudiera pensar.
-Ahem, aquí está el barril de jugo-
Knight habló llamando la atención del dragón, levantó el barril y se estiró para aliviar el cuerpo, quien diría que rodar un barril sería tan cansado.
Pitaya solo lo vio unos segundos antes de levantarse del trono
-Graciass-
El dragón le tomó de la barbilla y se agachó un poco para unir sus labios en un beso, Knight se quedó inmóvil por la sorpresa hasta que Pitaya se separó para abrir el barril como si nada hubiera pasado.
Knight solo se quedó quieto procesando lo que había pasado mientras que el dragón solo lo ignoraba.-¿Qué fue eso?-
Preguntó nervioso el rubio cuando regresó a la realidad
-¿Mmh? ¿De qué hablass?-
El dragón solo lo miro confundide
-E-el beso ¿p-por qué?-
-Ess una forma de decir graciass para las galletas ¿no ess assí?-
Preguntó el dragón, Knight solo se quedó callado unos segundos antes de responder
-Ah, sí-
El rubio se fue a paso rápido lejos del trono, ni siquiera se fijó a donde iba solo dejó que sus piernas se movieran.…
Semanas después, Princess notaba un poco extraño a su querido guardia
-¿Estas bien Knight?-
-¿Eh? Claro que lo estoy ¿por qué la pregunta?-
-No se, te noto raro, ¿es porqué todos te piden que le lleves cosas a Pitaya dragon? Puedes decirles que no, no tienes qué ir con el dragón si no quieres-
Princess abrazó a su guardia del brazo para tener toda su atención
-Ah, no es eso princesa, de hecho yo me ofrecí a llevar las cosas que pida el dragón, ellos no deberían arriesgarse con elle cuando yo puedo hacerlo, después de todo no le tengo miedo al dragón-
Dijo un poco nervioso el rubio
-Que amable eres Knight, no te preocupes, cuando mi abuela regrese ya no te tendras que preocupar por el tonto dragón-
Princess abrazó a Knight por lo que esté le regresó el abrazo-Disculpa, Knight-
Una chica con un delantal llamó su atención
-¿Sí?-
El rubio se giró para verla pero sin soltarse del abrazo con Princess
-¿Podrías llevarle este plato al dragón? Es que a mí me da mucho miedo verle-
Pregunto la chica acercandole un plato de fruta picada al guardia
-Claro, tranquila estás temblando-
Knight soltó a Princess y tomó el plato de fruta que tenía la chica
-¡Muchas gracias!-
La chica hizo una reverencia y se fue-Regresó después-
Knight empezó a caminar hacia la sala del trono
-Está bien, estaré en la cocina, también quiero un plato de fruta-
Princess se fue detrás de la chica para ir a la cocinaAl llegar a la sala del trono, Pitaya no estaba sentade en este como de costumbre, en su lugar estaba en el balcón que daba al jardín del castillo.
-Ahem, aquí está el plato-
Knight habló haciendo que Pitaya volteara a verlo
Pitaya solo tomó un pedazo de fruta del plato y se la comió para probarla
-Mmh, ssabe mejor de lo que esssperaba-
El dragón tomó el plato de las manos del guardia y lo dejó en la barandilla del balcón junto a un tarro que probablemente tenía jugo de bayas.Knight solo se quedó donde mismo como si esperará algo, se sentía ridículo al darse cuenta que ya llevaba semanas haciendo lo mismo pero tampoco quería parar; Pitaya al verlo aún junto a elle lo tomó de la cintura y lo acercó para besarlo.
Siempre lo hacía en forma de agradecimiento, pero esta vez el beso fue más profundo, normalmente Pitaya solo lo tomaba del mentón para levantarle la cabeza y no tener que agacharse tanto, pero esta vez lo estaba acercando demasiado a su cuerpo; Knight no se quejó y solo correspondió el beso rápidamente, ni siquiera se paró a pensar el porqué está vez era diferente.Al separarse, Knight se cubrió la boca al darse cuenta de que el beso había subido demasiado de tono. Pitaya por su parte, solo lo soltó y se giró de nuevo para seguir tomando y comiendo.
Knight agitó la cabeza y se tranquilizó para poder irse pero apenas dio un paso hacia atrás, Pitaya volvió a hablar
-Por cierto, dessde la primera sssemana que Jungleberry me explico lo que realmente ssignifica bessar a alguien-
Dijo el dragón en un tono burlón volteando a ver al guardia, Knight se congeló al oírle
-Si ssolo me queríass bessar lo hubierass dicho, eress muy bonito para decirte que no-
Pitaya se burló antes de darle un trago a su tarro.
Knight abrió la boca a para hablar pero no salían palabras, y aunque pudiera hablar no tenía nada con que defenderse, estaba tan avergonzado que ni siquiera tenía que verse a un espejo para saber que estaba más rojo que una fresa.
El rubio solo se fue a paso rápido escuchando aún la risa del dragón, si ahora regresaba con Princess de seguro le preguntaría por qué tenía la cara tan roja y no quería pasar aún más vergüenza.