capitulo 9

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Jungkook hablaba con un socio suyo hasta que escucho la voz de jimin en el baño.

Así que termino la llamada lo más rápido que pudo para ir con una sonrisa al baño para encontrarse a jimin en la bañera tomando un baño de burbujas, mientras escuchaba "girls just have fun" y la cantaba animadamene mientras pasaba la esponja por su cuerpo.

Jungkook sonrió y solo se quedó en el marco de puerta para apreciar lo feliz que se veía el rubio, esté pasaba la esponja por su cuerpo mientras cantaba en alto, era como si estuviera en una película y Jungkook era su espectador. El pelinegro vio como jimin salía de la tina completamente desnudo para tomar algo del tocador, disfrutó la vista que le daba de su hermosa espalda, piernas y por último ese glorioso culo. Cuando jimin se separó salto en su lugar cuando vio a Jungkook mirándolo descaradamente.

Jimin no le tomó mucha importancia y siguió cantando mientras se aplicaba sus mascarillas para el cabello, movía su cuerpo al ritmo de la canción creando un pequeño bailé.

Ya llevaban 6 días juntos, cada día Jungkook llevaba a jimin a diferentes restaurantes, conocían diferentes lugares, iban a clubes nocturnos para bailar hasta que ambos terminarán totalmente agotados, pero lo más importante de todo es que podían pasar la mayor cantidad de tiempo juntos, conociendo pequeños detalles del otro, uno de sus planes favoritos era poner una manta en el jardín y armar un picnic, estaban rodeados de campo ya que la casa estaba en un lugar bastante solo de aquel pueblo. En los picnic, ambos descubrieron lo mucho que les gusta hablar, dejar pasar las horas hablando de sus vidas, historias graciosas o experiencias amargas, también debatir sobre la cosa más estúpida, no importaba realmente el tema de conversación, solo les gustaba hablar y perderse en su propia burbuja.

También les gustaba leer bajo algún árbol, cocinar aún que a jimin no se le de muy bien, más bien Jungkook parecía un chef, pero jimin se divertía haciéndole pequeñas bromas o lamiendo el cucharón que usaba para revolver la crema de los postres, cualquiera que lo viera podría decir que eran una pareja que llevaban años juntos, no hacia falta decir mucho porque el silencio era cómodo, hablar era cómodo y estar en la compañía del otro era agradable. El sexo no pasó a segundo lugar, lo tenían cada que podían, después de todo estaban solos y nadie los molestaba.

— ¿Te gusta lo que ves? — Preguntó totalmente descarado, jungkook asentía mientras se iba acercando y mientras más se acercaba más prendas de su traje desprecian — No te invité a pasar.

— La invitó la recibí cuando ese lindo culo tuyo me llamo — Respondió Jungkook, mientras jimin se metía en la tina y le bajaba a la música.

Ahora estaba en una posición en la que su trasero estaba a la vista de Jungkook mientras cambiaba de canciones, claro que no era a propósito para provocarlo.

— Dios — Jungkook ya estaba desnudo frente al cuerpo de Jimin, no perdió tiempo y pego una fuerte nalgada, recibiendo un quejido por parte del menor — Amo tanto esto — Masajeo el trasero del rubio con fuerza — Fueron creadas para mi.

— Que lento, el agua se va a poner fría — Jimin se movió un poco para atrás pegando sus cuerpos, Jungkook le pegó otra fuerte nalgada.

Jungkook soltó una risa y jugo con la entrada del menor para asegurarse de que estuviera preparado para recibirlo, tampoco tenía ganas de esperar, así que solo introdujo su miembro de una sola estocada y jimin juro tocar las estrellas en cada segundo que estaba con Jungkook.

Jungkook soltó una risa y jugo con la entrada del menor para asegurarse de que estuviera preparado para recibirlo, tampoco tenía ganas de esperar, así que solo introdujo su miembro de una sola estocada y jimin juro tocar las estrellas en cada segu...

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Ese jueves en la mañana fue bastante particular, jimin creía que iban a hacer un picnic, pero Jungkook lo sorprendió cuando le dijo que ese día irían al pueblo en bicicleta.

— Hace mucho que no me subía a una bici — Decía jimin mientras Jungkook le ponía el casco — cuando era adolescente, tomaba la bicicleta de mi vecino para ir a la escuela.

— ¿Y nunca se dió cuenta? — preguntó el pelinegro ahora sacando mirando finalmente a jimin, este soltó una carcajada y negó.

— siempre salía muy temprano a trabajar y llegaba en la noche — Jungkook solo negó sin evitar sonreír — ¿Que? No tenía dinero para tomar el autobús.

— Eres bastante astuto.

— Aprendes a buscar la manera de salir adelante cuando toda tu vida se trata de eso, supongo — Jimin tomo la bicicleta y se subió a ella — Ojalá no te desmayes en el caminó.

— Oye — Jungkook lo miro ofendido — Mi cuerpo aguanta mucho, un ejemplo claro es cuando te follo.

— Que presumido — dijo Jimin y volteo los ojos.

— Alguna queja sobre mi desempeño en la cama?

— Bueno, no, pero...

— Ahí lo tienes, una simple bicicleta no me vencerá, cariño.

— Maldito presumido — Se acomodo en la bicicleta y empezó a andar dejando al presumido de Jungkook atrás.

Jungkook solo atinó a reír y empezar a andar en la bicicleta junto a jimin, la verdad es que Italia era un país hermoso, sobre todo aquel pueblo que casi nadie visitaba, el paisaje era sacado de una película, era de esos momentos donde más agradeces tener vida ya que ese tipo de cosas le dan un pequeño sentido. Cada hora estando allí junto a jimin se sentía así, lleno de vida y amaba eso, amaba verlo reír y compartir pequeños momentos donde solo importaba la compañía del otro.

Esa mañana, Jungkook decidió llevar a jimin a una panadería realmente hermosa, dónde había toda clase de pan y los postres eran deliciosos, llegaron a una buena hora ya que todo estaba fresco. Jungkook agradecía que las bicicletas tuvieran una canasta incluida ya que el menor lo obligó a llevar media panadería.

— Dios, voy a subir tanto de peso si me quedo a vivir aquí — Decía jimin mientras llenaba sus mejillas con un postre de fresa — Tu podrías trabajar aquí, tus postres también son deliciosos.

Jungkook solo sonrió y se imagino a el mismo trabajando allí, dejando su vida en Corea y solo dedicándose a esto, vivir en aquel pueblo haciendo postres y saliendo a cierta hora para comer su almuerzo enfrente del mar, jimin acompañándolo y hablando de cualquier cosa que se les crucé por la mente. Siempre fue consciente de que no amaba la ciudad por algo vivía en las afueras de esta, no le gustaba vivir con el tiempo limitado y un trabajó que se robaba todo su día y lo dejaba agotado, tal vez no siquiera era necesario trabajar en aquella panadería, sus postres solo le pertenecían a una persona que sonreía cuando los probaba y sus mejillas se ponían rojas por lo contento que se ponía, realmente le gustaba aquello.

El tiempo pasa rápido cuando disfrutas algo, Y así fue, los días pasaron rápido y por más que no quisiera aceptarlo debían volver a la realidad. Debían esconderse una vez más, debían volver a Corea y dar por terminado aquello.

Fue difícil, soltar sus manos cuando sus cuerpos pedían estar cerca, decir adiós cuando sus almas se necesitaban porque vieron una escapatoria en el otro. Una felicidad que nadie más podría reemplazar porque solo ellos saben cuánto querían estar juntos.

Pero Jungkook no quería dejar su vida atrás, así que renunció a jimin, Romper su corazón era más fácil que luchar por el.

PROHIBIDO | kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora